¿D.O. o marcas?

Después del post que escribimos sobre el sentido de las d.o. españolas, poniendo como ejemplo  Rioja y Ribera del Duero, nos llegó una respuesta vía twitter de @MiMoleskiney_Yo   que decía:  «parece lógico pero habría que darle una vuelta, la obtención de una DO no es un proceso sencillo. Y desde el punto de vista de exportación y MK, es bueno ahora partir las DO? Mucho pro y contra que analizar».
Desde aquí agradecemos su aportación, nos planteó la posible pérdida de ventas en exportación, y nos ha dado la idea para este nuevo post, ¿se han convertido las d.o. en marcas que hay que defender?.
Cuando un no iniciado oye hablar de Burdeos o Borgoña no se plantea que  hay un montón de AOC en cada una de las zonas, han convertido el nombre en una marca mundialmente reconocida. De hecho existe una relación entre el tamaño de la palabra Bordeaux o Borgogne en la etiqueta y la calidad del vino. Cuanto más grandes aparecen estas palabras, más corriente es el vino. Los grandes vinos de ambas denominaciones o viene el nombre de la región muy pequeño o ha desaparecido, para contener exclusivamente el nombre de la AOC más prestigiosa, y pequeña , que los ampara.
En el anterior post, ¿Tienen sentido las d.o. españolas?, ya explicamos como vinos de la misma d.o. eran completamente diferentes.
Creemos que las d.o. deben expresar la zona, el clima, el suelo y los hombres que las elaboran. Eso es algo único y se circunscribe a un lugar muy determinado.
La propuesta de mantener el nombre de la región como marca y d.o. más pequeñas sería buena en muchos sentidos. No se pierde el prestigio de la zona, sino que se realza. El consumidor recibe más información y el elaborador tradicional se ve defendido. Hacer las cosas bien siempre tiene recompensa. Identificar lugares determinados como singulares y únicos con productos diferentes y de calidad puede ser un pequeño paso para ayudar a la venta de algo tan nuestro en estos momentos de retroceso de consumo tanto en el interior del país como fuera.
En España RIOJA o RIBERA DE DUERO son D.O. pero realmente funcionan como, o deberían ser, marcas  equivalentes a un BURDEOS. Dentro de cada región distinguir varias D.O. más pequeñas que cumplieran la esencia de la misma, vinos identificables con la zona que les aporta características  diferenciadoras por el simple hecho de pertenecer a un emplazamiento determinado.
Sigamos usando la marca para exportar y para imagen pero dentro de las mismas se puede hacer lo que esta planteando la DO Penedés, como nos ha indicado en un comentario al anterior post de Torre del Veguer: «crear 7 sub-DO´s diferenciadas estrictamente por tipos de suelo. Además los vinos de «sub-do» tendrán una categoría superior a los tradicionales de la do y por debajo de los «de finca».»