CURSO FORMADOR DE RIOJA. PARTE I.

¨Perhaps the Rioja. The Rioja? Now there was a wine that would clash with the stew as Achiles clashed with Hector”. Amor Towles, escritor estadounidense.

He tenido la suerte de ser elegido para el programa “Formador Oficial de Vinos de La Rioja 2023”, organizado por Rioja Wine Academy.

Me enteré de la existencia del curso estudiando sobre vino de Rioja. Estaba preparando una competición y, consultando diferentes páginas con información sobre las nuevas variedades y calificaciones de los vinos, por azar encontré información sobre el programa. Desde el primer momento me pareció muy interesante.

El curso consta de tres partes:

la primera es una preparación intensiva on-line que termina con un exhaustivo examen sobre todos los parámetros en la producción de uva, elaboración, venta, distribución y publicidad del vino de la DOCa Rioja. Todos los aspectos, desde la composición del terreno, altitud o microclima hasta abrir y servir una botella de vino, estaban explicados en los catorce temas rigurosamente informados. El examen no es fácil y, obviamente, hay que estudiar todos los temas con atención.

La segunda es una semana, de lunes a viernes, visitando las zonas y subzonas de producción de la mano de los elaboradores. Por supuesto, luego catábamos los vinos.

La tercera es un trabajo escrito con nuestra experiencia en el curso, mezclando la parte teórica del curso on-line y la práctica de nuestra maravillosa semana en Rioja.

Pero antes de todo esto, hay que pasar el estricto proceso de selección para acceder al curso y convertirse en candidato de Formador Oficial de Rioja. La información cayó en mis manos por azar y, al comprobar el alto nivel de preparación, rápidamente solicite mi incorporación al curso. La Rioja lleva tiempo siendo una de las denominaciones de origen más activas a la hora de redactar nuevas normativas en materia de zoonificación, aceptación de nuevas variedades, publicidad en diferentes medios buscando nuevos mercados, etc. y, por lo tanto, debe estar bajo el radar de todos los que nos dedicamos a la enseñanza y divulgación del cambiante mundo del vino. Rápidamente me llegó la respuesta; tomaban en cuenta mi solicitúd pero debía cumplir unos requisitos para poder formar parte de los elegidos. Debía tener conocimiento previo sobre vino, dedicarme a la enseñanza y divulgación y saber inglés. Este punto es muy importante puesto que toda la formación es en el idioma de los británicos. La razón de la elección del idioma inglés como lengua del curso es muy sencilla, solo dos de los futuros formadores son españoles, el resto son extranjeros.

El encargado de la organización del material de estudio, elegir a los candidatos, programar el itinerario de visitas y hacer de anfitrión es Peter Arijs. Peter es el director de Rioja Wine Academy, la plataforma educativa del Consejo Regulador de La Rioja, encargada de organizar todo el programa de formación desde 2021, año del primer curso para formadores oficiales. Además de otras muchas tareas, se encarga de hacer las entrevistas en inglés a los candidatos. A iniciativa mía, quedamos muy pronto por la mañana (fue un error por mi parte, estaba medio dormido y el inglés parecía atascarse en mi garganta) y realizamos la entrevista. Por suerte fue suficiente y conseguí la candidatura a formador.

El siguiente paso fue el curso on-line. Consta de catorce temas en los cuales se desarrollan todos los aspectos en la producción de uva, elaboración y venta de vino. Todos son muy interesantes, pero destacaría los dedicados al territorio de La Rioja, su diversidad de suelos y la nueva categoría de los vinos atendiendo a su lugar de procedencia. Al acabar el capítulo debes responder unas preguntas sobre el material específico estudiado en cada apartado. Es obligatorio, para pasar al siguiente tema, responder correctamente todas las preguntas. Alguna noche me he ido frustrado a la cama porque no lograba responder todas bien. Al terminar los 14 temas viene el examen final. Son 50 preguntas de todo el temario, no extremadamente difíciles, desde ningún punto de vista fáciles. Hay dos oportunidades de pasar el examen (la nota mínima para pasar es un 75%). Al parecer, todos conseguimos buena nota.

Por fin llega en 20 de noviembre. Llego a Logroño, nuestra base de operaciones, el domingo por la noche, me acomodo en el hotel y salgo a dar una vuelta para familiarizarme con el entorno. Mi intención es visitar los mejores bares de vinos de la ciudad. Pocas cosas me gustan más que pasear por una ciudad descubriendo sus secretos (y si tengo suerte, disfrutando de buenos vinos). En Logroño se puede diseñar una magnífica ruta de supervivencia de vinos. Hay muchos bares especializados en vinos de Rioja.

A la mañana siguiente empezaremos una rutina que se repetirá a lo largo de toda la semana: un autobús viene a buscarnos (el Wine Bus, así se llama) y nos llevará a diferentes destinos, comeremos en las bodegas acompañados por los bodegueros, cataremos vinos con los elaboradores, cenaremos dos días en prestigiosas bodegas (también tendremos alguna noche libre) y visitaremos hermosos viñedos a lo largo y ancho de toda la denominación.

Las dos noches libres en realidad no fueron tales, puesto que un nutrido grupo de candidatos fuimos a los conocidos bares del centro de Logroño y catamos vinos a ciegas hasta bien entrada la madrugada.

Quisiera agradecer a las bodegas que nos recibieron y nos abrieron sus instalaciones, a los elaboradores que compartieron sus vinos con nosotros, a todos los integrantes del Consejo Regulador que tanto nos cuidaron y en especial a Peter Arijs, el encargado de planear, organizar y ejecutar todo el proyecto. Peter nos fue desvelando toda la complejidad de la denominación a lo largo de cinco intensos y maravillosos días. Muchas gracias Peter y enhorabuena por tan formidable trabajo.

TERROARISTA