Un viaje por el Loira (y por sus vinos). Parte I.

Toujours le vin sent son terroir”, provervio francés .

Es muy difícil de explicar lo que sentí el primer día en Chaumont-Sur-Loire. El Valle del Loira, conocido como el Jardín de Francia, es un inmenso territorio verde brillante, extremadamente cuidado, de una belleza sobrecogedora. Vengo de una región castigada por la sequía, donde el amarillo se pierde de la vista, seco y austero. No puedo negar su belleza, pero el año pasado sufrimos un incendio y, al agotador infinito monocromático, se suma el luctuoso negro de los árboles calcinados. En el Loira hay agua, o por lo menos la hay de momento (como todas las regiones está amenazada por el cambio climático). Asombrado, miré mi entorno pensando que estaba en el Paraíso.

Un año más he tenido la suerte de ir al Valle del Loira invitado por InterLoire (el Consejo del vino en el Loira). El viaje es formidable por muchas razones: conoces o vuelves a ver a compañeros escritores sobre vinos, visitas una de las regiones más bonitas de Francia (y del mundo) y, por encima de todo, puedes probar los maravillosos vinos de la región.

Laorganización, L´Interprofession des vins du Val de Loire, ha programadocuatro trepidantes días de visitas guiadas por las ciudades, encuentros con los bodegueros y cenas de gala en lugares de ensueño. No exagero, hemos cenado en los castillos más emblemáticos de la famosísima Ruta de los Castillos del Valle del Loira. La programación incluía Masterclass y degustaciones de vinos.

Una de las razones por las que más me gusta visitar eventos de vino en Francia es porque hacen las cosas muy bien. Supongo que, como en todos los eventos en los que hay muchas personas y está sujeto a los posible avatares del azar, habrá algo de improvisación, pero no lo parece. Todo lo contrario, todo fluye con elegancia. A la inversión por parte de los organizadores se une la cordialidad de los elaboradores, todos unidos y dispuestos a dar a probar sus productos a los visitantes.

Nuestro “pied-a-terre” era un hotel en Blois un precioso pueblo con castillo en las riberas del imponente Loira. Por las mañanas acudíamos al castillo con nuestras acreditaciones para las Masterrclass (en francés y en inglés) y para las degustaciones libres. Por las tardes nos recogían en el castillo y nos dirigíamos a las bodegas, ciudades o castillos donde degustaríamos los vinos, pasearíamos y cenaríamos en salones de reyes (literal). Sean ustedes o no amantes del vino, visitar la región del Loira le permitirá disfrutar de en un vergel bendecido por los dioses.

Primera Masterclass. Presentación y cifras del Vignoble del Valle del Loira.

Quizá lo más sorprendente de la priemra clase, de la cual voy a dar los datos más importantes, fue la declaración del ponente nada más empezar la charla; “el Valle del Loira es una bañera recorrida por el río más largo de Francia y por sus afluentes. Este año las precipitaciones de lluvia han sido menores, debidas al calentamiento climático, y empezamos a notar cierto estrés en nuestras viñas. Pero tenemos agua, y no olviden que el agua es la mayor riqueza de una región en el siglo XXI”.

Las zonas vitícolas.

La región del Loira tiene una 70.000 hectáreas a lo largo de los 1000 kilómetros del río. Si vemos el mapa el río nace en el macizo central, pasa por Borgoña, asciende hacia el norte para girar bruscamente hacia el oeste, creando el valle del Loira, para desembocar, en un gran estuario, en el océano Atlántico. La diferencia de climas y suelos a lo largo de su recorrido crea condiciones de vida muy diferentes para las viñas, dando lugar a una gran diversidad de variedades de uva y tipología de vinos. Para una mejor comprensión dividiremos la cuenca del río en tres grandes áreas productoras (luego veremos que en realidad son 5). Es importante saber que esta clasificación no es oficial, sino una adaptación para poder explicar mejor las características de cada zona, tan diferentes unas de otras. Es probable que algunos piensen que es incorrecta.

  • El Alto Loira, también conocida como Vins du Centre-Loire. Desde el nacimiento del río en el Macizo Central hasta la ciudad de Orleans, coincidiendo, más o menos, donde el río gira hacia el oeste. Las zonas principales de producción son Sancerre y Pouilly-Fumé.
  • El Loira Medio, la parte central del río, con las regiones de producción de Touraine y de Anjou y Saumur. 
  • El Bajo Loira, la parte final del río hasta su desembocadura, conocido como los vinos de Nantes.

El clima.

La región del Loira es una de las regiones más al norte de Francia, encontrándose solo más al norte Champagne y parte de Alsacia. El clima por lo tanto es bastante frío, con grandes diferencias a lo largo del gran río. La parte del Alto Loira es continental, con veranos cálidos e inviernos muy fríos, con grandes riesgos de heladas primaverales. Las precipitaciones medias anuales son altas, unos 850 litros, debido a la influencia oceánica. Las horas de insolación son elevadas, llegando a las 2000 por año.

Según nos desplazamos hacia el oeste se abre el gran valle del Loira. El clima es de transición entre continental y oceánico. La baja altitud y la influencia combinada del océano y del río dan un clima algo más cálido de lo que cabría esperar. Cerca del río, en las zonas más bajas, el clima es tan poco riguroso que se le llama “douceur angeveni”, el dulce clima de Angers. La Touraine es conocida como El Jardín de Francia. Existe un gran contraste térmico entre le día y la noche.

En la parte del Bajo Loira es plenamente oceánico, con inviernos moderados (5º de media) y veranos también moderados (18º grados de media). Frecuentes lluvias en primavera y otoño. 

Lo más destacado del clima es el efecto moderador de la temperatura del río. El terreno más cercano al río disfruta de una temperatura unos grados más que los terrenos más alejados, un gran beneficio para la maduración de las uvas en un territorio frío. El gran río refleja el sol, siendo otro factor importante para la perfecta maduración. Las viñas siguen todo el valle rodeando al río principal y a todos sus afluentes. Otro factor a tener en cuenta son las brumas producidas por en el encuentro entre el Loira y alguno de sus afluentes. La niebla favorece la dispersión del hongo que provoca la botritis, creando las condiciones ideales para la elaboración de vinos dulces.

Cifras.

De Tours hasta el océano hay 800 kilómetros de ruta de vino. Se pueden elaborar vinos de 24 variedades diferentes, en 33 AOPs (denominaciones de origen) y una IGP. En la actualidad hay 42.000 hectáreas en producción. El 80% de las producciones tienen algún certificado medioambientas. Producen principalmente vino blanco (37%), espumosos (29%), tinto (17%) y rosado (17%).

El suelo es muy variado, comprendido entre dos macizos ancestrales y la cuenca parisina en el medio.

Es uno de los diez viñedos reconocidos como patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

TERROARISTA