El vino en la Última Cena. El vino de misa para consagrar.

Y cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era (aunque sí lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua), el maestresala llamó al novio y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando están satisfechos, entonces el inferior; pero tú has guardado el buen vino hasta ahora. Juan 2, versículos 9 y 10. Milagro de la transformación del agua en vino en la boda de Caná

Más o menos en el año cero, hace unos 2021 años, un hombre joven, encantador y de fuerte carisma, se fue a cenar con su cuadrilla de amigos, de los que jamás se separaba. Era una gran celebración, La Pascua Judía.

La Pascua Judía es una celebración que dura una semana y coincide con la actual Semana Santa cristiana. Uno de sus principales actos es la Cena Pascual, en la que se conmemora la salida del Pueblo Elegido de Egipto.

Como todo cristiano sabe, Dios, después de enviar todas las pestes imaginables a Egipto para convencer al faraón de que liberara al pueblo judío y no conseguirlo, decidió demostrar su poder y lo inútil de negarse a sus exigencias con un castigo severo. Envió un ángel, conocido desde entonces con el bonito nombre de Ángel Exterminador, a asesinar a todos los niños primogénitos de todas las familias. Para poder identificar a las familias judías y no asesinar a sus hijos, mando matar un cordero y, con su sangre, marcar las puertas. El Ángel Exterminador llegaba delante de la puerta de cada casa, incluido el Palacio del faraón, y si no estaba marcada con sangre de cordero, entraba y mataba al niño mayor. Al amanecer, los primogénitos de todas las familias no judías aparecieron muertos, llenando de pavor a la población egipcia.

Esta acción de combate, un tanto brutal pero efectiva, convenció al faraón a permitir la salida del Pueblo Elegido de Egipto en busca de la Tierra Prometida. En los preparativos de la marcha no olvidaron elaborar el pan, les quedaban largos días de marcha. Pero previendo que el faraón podía cambiar de opinión, como así fue, Moises ordenó cocer el pan sin levadura, para ir más rápido. Es el pan ácimo. Salieron de Egipto, persiguiendo la libertad. El faraón, arrepentido, mando a sus tropas a buscar y hacer volver al pueblo esclavo. En uno de los más espectaculares milagros del Antiguo Testamento, Dios separó las aguas del Mar Rojo, y el pueblo elegido pudo abandonar Egipto. Para más información puede consultar uno de los más grandes éxitos editoriales de todos los tiempos, La Biblia.

Aunque probablemente sea la cena más conocida de la historia , nadie sabe a ciencia cierta cuales fueron los platos consumidos por Jesucristo y sus apóstoles aquella noche. Pero puestos a suponer, es probable que Jesus y sus amigos respetaran las costumbres y la cena estuviera compuesta de todos los platos tradicionales de una celebración tan importante. La Cena de Pascua Judía tiene un protocolo muy estricto, con una serie de reglas de obligado cumplimiento. Entre ellas está el apurar, al menos, cuatro copas de vino en momentos muy precisos de la cena, y comer pan ácimo. Pero puestos a imaginar, y como toda gran celebración, tendría su aperitivo, alguna entrada y postre.

Los judíos celebraban la Cena Pascual tumbados sobre su costado izquierdo (las mesas rectangulares donde todos se sientan en sillas son muy posteriores), ocupando unos lechos o bancos con cojines ubicados en tres de los cuatro lados de la mesa. Uno de los lados quedaba libre para el servicio de los alimentos. A la manera romana, comían con las manos, teniendo siempre cerca pequeñas vasijas con agua para poder limpiarse. Compartían el mismo plato y, casi seguro, la misma copa. Los materiales de la vajilla serían piedra o arcilla cocida.

Antes de la cena, se procedía a dos de los cuatro brindis con vino exigidos por la liturgia.

El banquete empieza con el pan ácimo, llamado Mazto, acompañado con un poco de aceite de oliva.

Entrantes: hierbas amargas, picantes y un capricho dulce.

  • Karpas,normalmente perejil o apio, está sumergido en agua salada, símbolo de las lágrimas, para recordar el dolor de los antepasados sumergidos en llanto.
  • Maror,un rábano muy picante para producir lágrimas. No se puede apreciar la dulzura de la redención sin experimentar la amarga esclavitud.
  • Jaroset, mezcla de manzana picadas, nueces picadas, miel, canela y un poco de vino rosado para dar color. Esta mezcla dulce, pastosa y marrón es símbolo del cemento utilizado por los antepasados para fabricar ladrillos en Egipto.

Primer plato: Sopa de pollo y/o potaje de verdura ( muy común en la época).

El vino más consumido en aquella época en la zona donde nos encontramos era el vino tinto. Por supuesto nunca se sabrá, pero puestos a especular, y haciendo caso a los historiadores, existe consenso con respecto a la uva más habitual utilizada para elaborar vinos. Estamos hablando de la variedad Sirah, una de las más antiguas del mundo.

La tradición romana, heredada de la griega, solía mezclar el vino con agua, por lo cual hemos de suponer, debido a la tremenda influencia romana en aquellos tiempos, el vino fue mezclado con agua. Si se dan cuenta, el cura hace lo mismo en las misas.

Plato Principal: Cordero asado.

Postre: Queso de cabra, granadas, higos y uvas.

Unvino mezclado con mieles un perfecto acompañante para el postre. Mezclar el vino con miel era una práctica habitual en el mundo romano.

Después de la cena viene el tercer brindis ritual. Es la Copa de la Redención, sirve para recordar la sangre del cordero inocente que sirvió para redimir al pueblo en Egipto. Fue en la tercera copa ritual cuando Jesús dio a beber el vino diciendo que era su sangre. Esta es la razón por la cual se le dice también Cordero de Dios.

Debo aclarar que apurar la copa de vino no era en realidad un brindis. El anfitrión levanta la copa, recita la oración, bebe y da de beber a todos los invitados. Todos beben de la misma copa, lo cual nos hace pensar que sí existió un Cáliz, donde se bendijo por primera vez el vino, en la Última Cena.

La eucaristía fue fundada aquella noche. Pan ácimo, el pan de la consagración y el vino en un cáliz, compartido por todos los asistentes.

Quedaría por aclarar una última cuestión, para los más puntillosos; si hemos supuestos que probablemente el vino de la Última Cena era tinto, un color que representa el color de la sangre, ¿por qué el vino de misa es blanco?

Gold chalices and bowl in a church at mass.

El vino de misa para consagrar.

Estoy prácticamente seguro de que casi ninguno de ustedes se ha tomado nunca una copa llena de vino de misa. Todos los católicos lo hemos probado, en pequeñas cantidades, el día de nuestra primera comunión o en otras celebraciones de gran importancia cristiana . Como es dulce, y tiene el aire misterioso de lo divino, se quedó en nuestro cerebro para siempre , como una sabrosa ambrosía. Pero, ¿qué es y de donde viene este vino?

Tal y como vimos en el artículo anterior, la liturgia cristiana de La Consagración es heredera directa de la Última Cena, donde Jesús dio de comer y de beber pan y vino a sus discípulos, diciéndoles, “este es mi cuerpo, esta es mi sangre”. Al estar celebrando la salida de Egipto, sabemos que el pan era ácimo, sin levaduras, y el vino probablemente tinto. Era una celebración, una reunión de amigos y familia, así que serían bastante felices.

El derecho canónico, en el artículo 924, dice textualmente.

  1. El sacrosanto Sacrificio eucarístico se debe ofrecer con pan y vino, al cual se ha de mezclar un poco de agua.
  2. El pan a de ser exclusivamente de trigo y hecho recientemente, de manera que no haya ningún peligro de corrupción.
  3. El vino debe ser natural, del fruto de la vid, y no corrompido.

Es obligatorio, por lo tanto, que el pan sea de trigo y el vino de uva. Los celíacos tienen un problema. Existen unas obleas fabricadas con almidón de trigo tratado, que tiene muy bajo contenido en gluten, 0.016 mg, cantidad considerada tolerable para las celíacos. La mejor solución sería comulgar exclusivamente con el vino. Un cura que no pueda beber vino, por enfermedad o por problemas con el alcohol, necesita una dispensa para poder comulgar solo con pan, previa presentación de un certificado médico. Como ven, es un tema serio.

Pero volvamos al vino. No sabemos que vino bebió Jesús en la última cena, aunque probablemente fuera tinto. Además, el color rojo del vino tinto recuerda el color de la sangre. Sin embargo, en nuestro recuerdo queda el vino de color marrón, de sabor dulce y con bastante alcohol.

En realidad, el vino de misa en un vino blanco. El color marrón del vino es por la oxidación. Los vinos blancos en contacto con el oxígeno, generalmente envejecidos en barrica (la madera permite el paso de pequeñas cantidades de oxígeno), adquieren un color más oscuro. La elección de un vino incoloro es para evitar que manche. El vino tinto no solo mancha mucho, sino que es difícil de limpiar. El paño utilizado para limpiar el cáliz durante la misa se llama purificador. El paño se lava a mano con agua. El vino tinto dejaría mancha. E imagínense, siglos de oficiar misa, con ocasionales derramamientos de vino en la piedra de los altares. El vino blanco mancha mucho menos.

El vino de misa es un vino dulce y con alto contenido alcohólico. Hasta hace no tanto, los curas debían dar misa desde muy pronto por la mañana, y a veces no tenían tiempo para comer algo sólido. El vino era preferido dulce para aportar las calorías necesarias para llevar a cabo su cometido. A veces, era el único alimento que ingería el cura. El alto contenido el alcohol permite que el vino se conserve abierto durante largo tiempo. Una botella de vino normal abierta no dura en buenas condiciones mucho tiempo. Sin embargo, si el contenido de alcohol es muy alto puede estar varias semanas abierto y en perfectas condiciones. Si el vino está estropeado, no es apto

El vino de misa es un vino fortificado. Como hemos visto, no está permitido añadir nada al vino fuera del vino. El azúcar debe proceder del mosto de uva, no puede ser añadido. El alcohol añadido debe ser aguardiente de origen vínico. La fortificación consiste en añadir alcohol al vino, y es una de las técnicas más usadas para conseguir vinos dulces. El mosto empieza a fermentar, las levaduras empiezan a transformar el azúcar en alcohol. En un momento dado, se interrumpe la fermentación añadiendo alcohol. El alcohol es muy tóxico, y por encima de 15 grados las levaduras no pueden vivir. El azúcar no fermentado

permanece en el producto final, un vino dulce. El alcohol ayuda a que el vino este correcto, puesto que no se puede añadir ningún conservante. El vino de misa es un vino natural, sin añadido de sulfitos.

Durante la misa, en un momento de urgencia, el cura puede utilizar cualquier vino para la consagración. Sin embargo, la obligación es utilizar un vino aprobado por la iglesia. Las bodegas no pueden elaborar vino de misa sin una autorización expresa del arzobispado. Una vez concedido, es el único vino utilizado en la consagración. Como dato curioso, la bodega De Muller, de Tarragona, fue el proveedor oficial de vino de misa para el Vaticano desde mediados del siglo XIX hasta que Juan XIII, en el Concilio Vaticano II, canceló el contrato.

Yo sí he bebido alguna buena copa de vino de misa. La bodega elaboradora es Baronía de Turís, una cooperativa valenciana que dispone del permiso del arzobispado de Valencia para elaborar vino de misa. El vino se llama Sant Leandro, tiene 15 grados de alcohol y es de la variedad malvasía. Es el vino utilizado en la Catedral de Burgos en la consagración. Acabarse una copa es complicado. El vino es demasiado dulce y con poca acidez. Es un buen vino de postre y, si me preguntan, creo que el mejor maridaje es el hojaldre con crema o una oblea de pan ácimo.

TERROARISTA