Dégustation de Vins dans Les Greniers St. Jean à Angers

Su ética:

  • Todas las bodegas están certificadas en cultivo biológico, el 80% con prácticas biodinámicas.
  • Preselección de todos los vinos presentes con el único criterio de su calidad.
  • Los vinos son presentados por los elaboradores.
  • El pequeño pago de derecho de entrada ( 5 euros con invitación, 20 sin invitación) se destina para financiar, cada año, un proyecto benéfico en Madagascar. Este año se plantarán 100 hectáreas de bosque, se comprarán 200 lámparas fotovoltaicas y 1000 cocinas económicas para leña.

Así se presentan estos señores. Están ellos en las mesas con sus vinos. A la entrada, cuando das tu aportación, te dan un cuaderno con el orden de las mesas y una copa.

Todo en muy sencillo. Una mesa compartida por al menos dos bodegas, un mantel blanco y una identificación escrita a mano y colgada de una cuerda con una pinza para identificar a cada elaborador. Nadie va con corbata ni traje. La atención con la que te atienden es pasmosa. Me he encontrado con una amiga gran catadora y hemos coincidido. Te sientes en casa.

Probando los extraordinarios vinos de Michel Deiss ha ocurrido algo que merece la pena comentar:

El Domaine Deiss se encuentra en Alsacia. Cualquier aficionado al vino conoce los vinos alsacianos, sobre todo los blancos. Sus variedades principales son Riesling, Pinot Gris y, quizá la más famosa y celebrada en el resto del mundo, Gewurztraminer.

Michel Deiss recoge todas las uvas de cada viñedo y no las separa, todos sus vinos son una mezcla de variedades. Según Michel: “no se expresar el terroir con una sola variedad, esa es la razón por la que utilizo todas las variedades del campo”. Esto supone una absoluta excepción. Sus vinos son singulares, difíciles de describir, con un gran componente mineral, redondos y magníficos.

Estaba hablando con él cuando tres chicas muy jóvenes se acercaron a probar los vinos. Al decir muy jóvenes quiero decir sobre 18 años. Michel las ha atendido, les ha servido todos los vinos y las ha colmado de explicaciones. Amable y simpático, no ha discriminado a las chicas por su juventud. Muy al contrario, ha respondido a todas las preguntas y ha dado a probar todos los sus vinos.

Igual no comprenden mi sorpresa. En España es difícil, si no imposible, organizar un salón de vinos de dos días de duración con los propios elaboradores sirviendo los vinos. Apuntar que varios de los elaboradores asistentes al salón son mundialmente famosos. Más difícil todavía es ver a gente joven interesada por el vino. No ves nunca chavales jóvenes degustando vinos en los diferentes salones a los que asistimos. Pero lo más difícil, con mucha diferencia, es ver como elaboradores del prestigio de Michel Deiis sacrifican parte de su tiempo atendiendo a personas que evidentemente no van a comprar su vino.

Estamos hartos de acudir a degustaciones de vino y que, antes de dártelo a probar, te miren de arriba a bajo por no llevar corbata. España es un país productor de vino pero que carece de cultura de consumo de vino. El negocio de vino francés es el número uno del mundo. Sabe vender a todo el mundo, pero también cuida la calidad, la diferenciación y la singularidad. Cuida de su propio mercado interno. Se asegura de tener futuros consumidores.

Mañana hablaré de los vinos. Hoy voy contar que me he encontrado con dos figuras del vino.

  • Quim Vila de Vila Viniteca, uno de los grandes distribuidores de España y uno de nuestros grandes expertos, tanto en vinos como en la venta de vinos. He catado dos vinos con él. En este salón los asistentes son ultra ortodoxos con respecto al uso de cualquier tipo de sustancia química. Uno de los temas recurrentes es el sulfuroso, esa pequeña coletilla que tienen todos los vinos en la etiqueta de ”contiene sulfitos”. Según la enología clásica, y parece lo más razonable, el sulfuroso ( SO2 ) es el mejor amigo del enólogo y es imposible elaborar vinos de larga guarda sin él. No usarlo es correr muchos riesgos. Bueno, aquí todo el mundo intenta echar lo menos posible o nada. Le he preguntado a Quim que opinaba, como experto, del tema este del sulfuroso. La respuesta es un gran ejemplo de sentido común: «Que un vino no contenga sulfuroso no lo hace bueno. Hay vinos con sulfuroso muy buenos lo mismo que hay vinos ecológicos magníficos. En realidad lo importante es otra cosa. Cada elaborador a de hacer lo que quiera para intentar imprimir su personalidad a los vinos que elabora.» De hecho, todavía no sabemos la evolución de los vinos sin sulfuroso, no ha pasado el tiempo necesario ni se han hecho las pruebas mínimas para tener unas conclusiones consistentes.
  • Richard Leroy, elaborador biodinámico en Anjou. He escrito sobre él. Era banquero y dejó el traje por una parcela magnífica en el Loira. He seguido durante todo un año su trabajo. Hoy he probado sus vinos y le he preguntado por qué no le gusta Moebius. Me ha dicho porque le resulta muy frío. ¿Por qué se todo esto sobre él?. Es el protagonista del cómic Los Ignorantes, libro que he recomendado a todos mis amigos y por supuesto, a ustedes.
Terroarista