La frasca de Zaha Hadid y Viña Tondonia

Nos vamos a Haro y nos encontramos con una espectacular obra de la arquitecta iraquí afincada en Londres: Zaha Hadid, conocida por la espectacularidad, innovación, plasticidad, atrevimiento y sutileza de sus obras.  En 2004 fue galardonada con el Premio Pritzker, el “nobel” de arquitectura.

 Don Rafael, el abuelo y fundador de las bodegas López de Heredia, visionario comerciante, encargó para la Exposición universal e Internacional de Bruselas de 1910 y para la de Buenos Aires del mismo año un stand de estilo modernista que sirviera para dar a conocer sus vinos en un recinto artístico, original y elegante.

El proyecto del arquitecto J. Cabrera y Latorre consistía en un recinto, abierto a un fondo de estanterías y espejos de sugerencias venecianas, con remates de balaustres y un colofón coronado con banderas. Todo fue concebido por don Rafael y llevado a la práctica en un tiempo record por los artesanos jarreros, con las exigencias de perfección y calidad que siempre exigía el señor López de Heredia.

La actual generación de esta saga, decidició con motivo del 125 aniversario de la creación de la bodega restaurar este stand, y presentarlo en la Feria Alimentaria 2002 de Barcelona, el problema es que el stand debía instalarse al aire libre y esto no resultaba adecuado, por lo que decidieron crear una estructura exterior que lo protegiera.

Entonces María José López de Heredia, nieta de Don Rafael, atraída por las obras de Zaha Hadid, porque fuera mujer y por esta frase suya que había leido: «La arquitectura sólo tendrá importancia cuando los particulares apuesten por el riesgo», le manda un email, concierta una entrevista con ella, le cuenta su proyecto, le contagia su entusiasmo y nace esta colaboración, de cuyo resultado hablaremos ahora y que como dice la arquitecta en su página web: «Una nueva botella para un viejo vino: un diseño para salvaguardar uno de los tesoros de López de Heredia. Originalmente encargado como un nuevo pabellón para contener un viejo pabellón restaurado de principios del siglo XX, se acabó convirtiendo en un puente entre pasado, presente y futuro». Cuatro años después de aquel e-mail, María José tiene un hadid en la entrada de su bodega «como quien tiene un picasso en su casa».

Decidieron hacer una estructura que después pudiese colocarse en la bodega y de ahí surgió la espectacular botella, que la mente líquida de Zaha Hadid ha convertido en frasca, decantador… Es como una muñeca rusa, que contiene otra pequeña joya en el interior, bello continente y bello contenido.

El proyecto comprende el pabellón de visitantes y sala de catas, y la adecuación del acceso y patio de la bodega, y es la primera fase de un proyecto global de museo que promueve la bodega López de Heredia, a fin de potenciar el conocimiento de sus instalaciones y su historia.

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El pabellón de visitantes es una construcción modular metálica situada en el patio de la bodega y que es el nuevo acceso de los visitantes a la bodega.

Constrasta la plasticidad de esta obra con la dureza y arquitectura típica de la Rioja Alta de la bodega y sus robustas paredes de piedra.

La integración de este edificio con la construcción existente se realiza a través de un entramado de líneas metálicas que construyen el nuevo pavimento del patio y sus accesos.

Una buena excusa para darnos un paseo por Haro, ver esta original obra y disfrutar del vino.

Colaboradora 2

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