Formas de abrir botellas de vino. Los descorchadores.

«When it comes to wine, I tell people to throw away the vintage charts and invest in a corkscrew. Te best wat to learn about wine is the drinking». Alexis Lechine, vendedor y elaborador de vinos legendario. Cuando se trata de vino, le digo a la gente que tiren las tarjetas con las añadas e inviertan en descorchadores. La mejor forma de aprender sobre vino es bebiendo.

Íbamos una irlandesa, un inglés del puro Londres y un español, en un viaje por Italia. Me encantan estos principios, siempre parecen que van a tener un final cómico. Estábamos en el hotel descansando un poco cuando uno de ellos propuso abrir una de mis botellas de vino. Yo tenía dos preciosas botellas de Muscat de Chambave, compradas en un pequeño y adormilado pueblo en el Valle de Aosta, en los Alpes italianos. Eran dos botellas imposibles de encontrar fuera de la zona de producción, compradas directamente al enólogo, perfectamente embaladas y preparadas para volver conmigo a España. Obviamente, la pulcra educación que nos obliga a ser amables con nuestros conciudadanos de la UE (esto sucedió antes del Brexit), hizo que pusiera mi alijo a su disposición. Pero en el fondo estaba bastante tranquilo, había que abrirlas y no disponíamos de la herramienta necesaria.

Usted puede reconocer a un sumiller malo simplemente porque no lleva sacacorchos. Los profesionales suelen ir armados con su abre-botellas de dos tiempos. Es conocido como “nuestro mejor amigo” y una de las peores ideas que se puede tener es dejárselo a un compañero “por un momento”. Pocas veces vuelve. Yo pertenezco al grupo de los que suele pedir ayuda. Siempre lo pierdo y me veo obligado a pedir prestado uno, a ir a casa de los vecinos y utilizar un cachivache obsoleto y peligroso o, algunas veces, la mayor de las vergüenzas, pedir en al tienda que me abran la botella y me la llevo con el tapón medio puesto para casa.

Si miran en el cajón de sus casas es probable que encuentren: un aparato antiguo lleno de herrumbre con la espiral torcida, otro con publicidad, de aquel tiempo en que lo regalaban por comprar algún producto, y otro, más de diseño, que levanta los brazos según se va metiendo la espiral en el corcho. Creo que saben de que estoy hablando. No los tire, nunca se sabe cuando los podremos necesitar, pero no son los adecuados.

Descorchadores conseguidos a lo largo del tiempo. El de láminas está torcido.

Para abrir muchas botellas, ya sea de forma profesional en el restaurante o para el amateur avanzado, lo ideal es un sacacorchos de dos tiempos. Hay que evitar los más baratos (los de 5 euros le van a hacer sufrir). Tiene una pequeña navaja en uno de los laterales, que sirve para cortar la cápsula. Con la cápsula no hay que entretenerse mucho. El protocolo nos obliga en el restaurante a cortar por debajo de la segunda corona, pero yo no lo recomiendo; lo mejor es hacer un corte desde abajo hasta arriba, recorriendo toda la cápsula, y quitarla entera. Es más rápido, más limpio y evita los cortes (el material con el que se fabrican a veces deja rebabas que pueden hacer una herida).

La forma más elegante de abrir una botella (y más fácil) es sobre la mesa. Introducimos la espiral por el medio del corcho, recto, y sin llegar a atravesarlo entero (si perforamos la parte de abajo cae un poco de polvo de corcho al vino). Apoyamos la palanca más corta y hacemos un tirón suave pero firme para extraer la primera parte. Posteriormente apoyamos la segunda palanca y, con mucho cuidado, empezamos a extraer el corcho. El tirón siempre ha de ser hacia arriba, exactamente en dirección contraria a la botella. Si hacemos fuerza de costado podemos romper el corcho. Cuando queden unos milímetros paramos de hacer fuerza con el sacacorchos y extraemos el corcho con los dedos, sin hacer ruido. Para corchos muy viejos hay otro tipo de abre botellas, llamado de láminas. Tiene dos finas laminas, que se introducen con cuidado y cierta pericia, por los laterales del corcho. Una vez metidas hasta abajo, el abridor se gira tirando hacia afuera, y el corcho sale sin romperse. Por último, la última joya de la tecnología, un descorchador que combina láminas y espiral, de nombre The Duran. Primero se introducen las láminas con cuidado. Una vez dentro, abrazan el corcho, dándole consistencia, y permiten introducir, con menos riesgo de rotura, la espiral. Muy profesional. Es un gran regalo si quiere gastarse la friolera de 164.90 euros.

¿Estamos ya ante el descorchador profesional más caro? Todavía no. Si dejamos a parte alguna excentricidad, descorchadores de diseño elaborado con materiales caros para ricos presuntuosos o antigüedades muy buscadas, el descorchador profesional más caro es el CODE38. El más barato cuesta 200 dólares, siendo el de más alta gama el P-Type Pro CODE-38, que cuesta 365 dolares más gastos de envío. Todos están fabricados a mano y están garantizados para toda la vida. Como bien dicen ellos en la página web:

New for 2020, the P-Type Pro wine-knife features a compact form factor with minimalist design to give you a unique and sexy way to open wine. When you hold this new design you will immediately understand it’s purposeful design. It’s weight and balance give a great sense of confidence when removing the most challenging of corks, and the silky action of the blade and helix will be a constant reminder of the exacting standards to which this professional tool has been made. (Nuevo para 2020, el P-Type Pro “cuchillo-vino” presenta una forma compacta con un diseño minimalista que le dará una forma única y sexi de abrir vino. Condo coja este nuevo modelo usted entenderá inmediatamente el propósito para el ha sido  diseñado. Su peso y equilibrio aportan una gran sensación de seguridad cuando extrae los corchos que presentan más reto, y la sedosa actuación de la cuchilla y de la hélice será un constante recuerdo del exacto estándar de como esta herramienta profesional ha sido hecha.)

 

The 304 designation refers to the grade of stainless steel used for the main chassis which has a beautiful weight in the hand. Once machined and polished, the chassis is texturally finished using a double ceramic bead blast process. The P-Type foil blade is precision machined from solid 440C knife stainless and hardened to HRC60, while the lifter is made in the same super tough 17-4PH stainless steel used in the Elite Series. A custom polished conical-tapered (CT) helix is standard equipment on all Code38 professional models. 

Note: The P-Type Pro is designed and engineered for high workload professional wine service. 

Permítanme retomar la historia del hotel de Italia, con mis dos preciosas, y cerradas, botellas. Para mi desdicha, no siempre es necesario un abridor. Cuando los amigos de las islas del norte tienen sed, no hay forma de pararlos. Vieron las botellas y buscaron un descorchador, una navaja suiza, un punzón. Al no encontrar, empezaron a buscar por la habitación. Yo me reía por dentro, sabiendo de la dificultad de la tarea, y les desanimaba, asegurándoles que la única forma era hacer añicos el corcho con una llave, pero que era una labor costosa. No se rindieron. Dentro del armario encontraron una percha, la desmontaron y, en 15 minutos, ante mis atónitos ojos, habían abierto (y se habían bebido) las dos botellas, y ya estaban listos para salir. Les seguí meditabundo hasta el bar, pensando que, si tienes una botella y muchas ganas, no tener descorchador no es problema.

TERROARISTA