Campeonato de España de Sumiller 2015. Día 2.

Me levanto con una aguda presión en la cabeza. Si fuera pesimista me dejaría seducir por la idea de haber cronificado la enfermedad laboral propia de nuestra profesión. Como no lo soy me levanto quejándome de una horrible resaca. Sería ideal quedarse en la cama, levantarse tarde, desayunar tranquilo y perder el tiempo mientras esperas la llegada paulatina de la salud mental. Pero no podemos. El programa del día es apretado y es obligatorio acudir a las catas y presentaciones de productos de los patrocinadores.
Dentro de las reglas del concurso se especifica claramente la obligatoriedad de ir siempre disfrazado de sumiller (portar el uniforme adecuado durante toda la duración del concurso), incluida la asistencia a las actividades organizadas. Nadie cumple con este requisito y todos vamos mucho más cómodos vistiendo «casual».

El programa del día:

Empieza a las 9.30 con una Master Class de la bodega Estancia la Piedra de Toro. Ponenete, Inma Cañibano Olivares, directora de la bodega. Es un poco pronto y andamos un poco despistados.
11.00 Master Class «Champagne Ruinard». Xavier Monclús, el ponente, es un embajador excepcional del champagne, un gran comunicador y una estrella. Sus opiniones siempre son diferentes y divertidas. Nos gusta su punto chulesco (bueno, no a todos) y nos tragamos muchas de sus afirmaciones aunque no las compartimos. Pasa la hora en un suspiro.
12.30 Master Class «Descubriendo en Origen de Azpilicueta». Una vez más Elena Dell nos muestra sus conocimientos y su gran imaginación para proponer catas diferentes y formativas. El mundo del vino tiene una gran deuda con esta gran señora.

Pos si alguien se lo pregunta, Master Class significa clase impartida por un maestro, un especialista reconocido en su campo de estudio nacional o internacionalmente.

Acabamos con una degustación de Jamón ibérico. Buena mañana.

La comida no estaba incluida. Mis compañeros se van a comer o al hotel a cambiarse para la gran final. Yo prefiero ir a visitar la catedral, famosa por sus vidrieras. Dicho así, parece que vas a ver unas ventanas. Cuando entras admiras atónito paredes verticales enteras hechas de luz. El sol al moverse va cambiando el color y la luz dentro del monumento, causando una sensación de profunda espiritualidad. Imprescindible.
Paso rápido por el hotel, me pongo el disfraz y me dirijo sin tardanza a un lugar llamado «Nuevo Recreo Industrial». Me gusta el nombre, perece que puedes comprar la diversión en una lata. Antes de llegar me entretengo un poco visitando la «Casa Botines» de Gaudí. Un racimo de personas con traje en la puerta de un inmueble señala mi destino.

Nuevo Recreo Industrial. La Gran Final.

Defraudando mis expectativas el Nuevo Recreo Industrial es un viejo edificio con un pequeño teatro en su interior. Nos sentamos. Una interminable serie de formalidades nos aguarda. Discursos, agradecimientos, etc. Un buen rato más tarde empieza el espectáculo. Uno a uno van diciendo el nombre de los 50 sumilleres, subimos al escenario y nos entregan un diploma de asistencia acreditando haber sido participante en la final. Los nervios empiezan a subir.
Para evitar cualquier tipo de suspicacia, la corrección de los exámenes es anónima. Al empezar las pruebas eliges un número al azar de una urna. En vez de tu nombre pones el número en los exámenes. Por lo tanto, a la hora de seleccionar los mejores dirán un número, no un nombre.
El presentador dice 10 números, pertenecientes a los 10 mejores exámenes. Los no mencionados se retiran. Como han dicho mi número me quedo. Soy de los 10 finalistas. En ese momento un rayo de nerviosismo te atraviesa. Aunque no quieras, te dejas arrastrar por la expectación. Dicen tres números, los finalistas de este año y los que van a competir por ser el mejor sumiller de España. No está mi número. Me voy algo decepcionado.

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Las pruebas.

Cada año, los tres sumilleres con los mejores exámenes compiten pare dirimir quien es el campeón. Este año es una excepción. El Campeonato del Mundo de mejor Sumiller es cada tres años, el año que viene será en Argentina. El representante español debe ser uno de los ganadores de la competición, pero al ser el mundial cada tres años, también deben participar en la final los campeones de los dos años anteriores. Por lo tanto, en la gran final se elegirá por un lado el mejor Sumiller de España y por otro el representante español para ir a Argentina.

Cuando se presentan los cinco participantes empieza la competición. Cada uno elige un papel con un número del uno al cinco. Será el orden por el cual aparecerán en el escenario y realizarán las pruebas. Uno se queda y el resto se va, pero antes hay una prueba común.

El Rapid Test. Un minuto

Cada uno de los cinco participantes tiene una pequeña carpeta con una hoja. En un minuto deben responder 5 preguntas rápidas y reconocer 5 lugares en 5 fotos en la pantalla.
Una vez terminado el participante con el número 1 permanece en el escenario y empieza con el resto de las pruebas.

Cata y reconocimiento de productos. 10 minutos

En el escenario hay una serie de mesas con personas. Son el jurado. Cada mesa tiene un cometido y es una prueba diferente.
El concursante se acerca a la mesa. El presentador le informa de la prueba y del tiempo de que dispone para realizarla. En la mesa de cata hay un vino blanco, uno tinto y tres productos. Deber realizar la cata descriptiva completa de los dos vinos y adivinar los tres productos. Antes de empezar la prueba, y esto es una prueba sorpresa, no se puede saber con antelación, el concursante es informado por el jefe de mesa de la obligatoriedad de hacer la cata en inglés.

Carta errónea. 5 minutos

En la pantalla aparecen diez referencias de una carta de un posible restaurante. El concursante debe leer en voz alta y clara cada una de las referencias y decir al jurado si la información aportada es correcta o por si al contrario presenta algún fallo. Es un test corrosivo, no contestar o contestar mal resta puntos.

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Menú maridaje. 10 minutos

En la pantalla aparece un largo menú de gala. El concursante debe recomendar al jurado los vinos que mejor se adapten a la oferta gastronómica y todos los demás productos de su competencia; agua, pan, puros, café, etc.
Dos novedades este año. El presidente de la mesa informa al sumiller de la nacionalidad de los comensales. Uno es portugués, otro francés, otro italiano y otro español. Quieren al menos un vino de cada país. A lo largo de la prueba el presentador puede interrumpir al sumiller y hacerle preguntas sobre le menú. Este año la pregunta fue: «¿qué son las aceituna muertas»?.
Decantación. 5 minutos

Decantar una botella de vino con vela en presencia de los jueces.

(Para saber más detalladamente la puntuación y como realizar las pruebas consultar las entradas del blog en las cuales explico paso a paso cada una de ellas).

Cada concursante emplea unos 45 minutos.

Antes de pasar al resultado final un comentario. Me gustaría decir algo sobre Adolfo Benitez
Fernández «Fito».
Fito es el presidente de la asociación de León. A parte de ser una buenísima persona, un tío inteligente, razonable y encantador es el organizador y cabeza visible de este tinglado. Siempre es un placer venir a León, todo va a estar perfecto o al menos todo en su sitio. Y siempre es por el trabajo de Fito, coordinando el equipo, liando a gente y consiguiendo los mejores lugares. Y por encima de todas sus habilidades, su capacidad de liderazgo, su buen carácter, su sonrisa y buena disposición está su interés por darnos visibilidad a los sumilleres de toda España.
Encima del escenario, antes de la entrega de premios, pidió la palabra. Capto la atención de todos con un discurso encendido y, en un momento dado, empezó a quitarse la ropa. Su mujer estaba filmándolo todo abajo, a mi altura, y me dijo, «tranquilo, no llega hasta el final», pero no se. Todo el espectáculo tenía una moraleja. El diseño de un uniforme para sumilleres para hacernos visibles en cualquier sala de cualquier restaurante. Le aplaudimos a rabiar. Nuestro Fito es una estrella y un gran amigo.

Las puntuaciones nos dejaron el siguiente resultado.

Campeón y mejor Sumiller de España; Roberto Durán de Mallorca, actualmente trabajando en «67 Pall Mall» en Londres.

2º Manuel Jiménez de Zaragoza.

3º Josep Pellegrina de Barcelona.

Representante español para acudir a Argentina: Guillermo Cruz de Zaragoza, sumiller del restaurante Mugaritz y campeón de España 2014.

La otra finalista y única mujer fue PIlar Cavero, campeona de 2013.
De ahí nos fuimos a tomar unos vinos, a cenar y luego a un bar discoteca. Mañana sufriremos nuestra perniciosa enfermedad laboral.

¡¡¡Para que luego digan que la vida del sumiller es fácil!!

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