Bodegas Valtravieso. Visita a las viñas, cata de depósitos, de barricas, verticales y comida con otros blogguers.
Llegamos a la bodega de Valtravieso un poco antes del medio día. Hace muy bueno y el sol pica en la espalda cuando aparcamos el coche. La bodega esta escondida en medio de un páramo pedregoso. Un camino en malas condiciones es el único acceso posible. Somos de los primeros en llegar. La empresa especializada en Marketing de Vino y Redes Sociales Yalocatoyo.com ha organizado un encuentro de blogueros. Poco a poco empiezan a llegar el resto de compañeros. Varios nos conocemos y siempre es un placer volver a hablar con ellos. Los blogueros son especiales, tienen el disparatada percepción de que su opinión importa o de que tienen algo realmente interesante y nuevo o importante para otras personas y emplean parte de su tiempo y mucho trabajo en compartir de forma altruista su conocimiento sobre todos los temas. Por lo general, la información dada por ellos suele ser más veraz, contrastada y útil que la de la mayoría de los medios de comunicación convencionales. Si quiere saber algo de las últimas propuestas musicales, culturales o cine, beber un buen vino o elegir el mejor restaurante consultelos, saben de que hablan.
Mientras catamos el verdejo de la bodega nos informan del plan del día. Visita al viñedo, cata de una selección de vinos y a comer.
Pablo González Beteré nos explica a grandes rasgos la filosofía de la bodega. Una bodega rentable dirigida al posicionamiento nacional e internacional de los productos elaborados basados en la singularidad del viñedo y un riguroso trabajo dirigido a conseguir la máxima calidad. La frontera entre una bodega y una fábrica está en la frontera de elaboración de 1.00.0.000 de botellas, por lo cual siempre se van a mantener por debajo de esta barrera. En la actualidad producen algo menos de 600.000 botellas.
Nos montamos en los coches y nos vamos al viñedo. La finca tiene 90 hectáreas, de las cuales
50 son de viñedo. Poseen otras 10 hectáreas en el Buey. Los viñedos propios satisfacen el 70% de las necesidades de producción, comprando el 30% restante a viticultores locales con los cuales tienen relación desde hace años, ejerciendo un control sobre cada viñedo. Dando tumbos llegamos a los viñedos, los más altos de la Ribera del Duero, a 915 metros de altura.
Le pregunto a Pablo sí realmente son los más altos (existen otras bodegas que afirman ser los poseedores de los viñedos con más altitud). Alguna finca quizá este más alta, pero no es probable que todo el viñedo. La media de altitud en Ribera del Duero, donde nos ubicamos y denominación con la que vendemos los vinos, es de 750-800 metros- me responde. La edad de las viñas donde nos encontramos es de unos 11 años. Los primeros viñedos de plantaron en 1985 y ya estaban aquí cuando se compro la finca en 2002 por los actuales propietarios. Otras las hemos plantado nosotros.
Esta altitud presenta ventajas y algunos inconvenientes:
- Los momentos de máximo calor en el verano suelen coincidir con la época de maduración: a este respecto, la altitud es un factor amortiguador de estas temperaturas, por lo tanto el viñedo se puede beneficiar de veranos menos cálidos y de una maduración de uva más larga. El gradiente de temperatura entre el día y la noche (diferencia en grados) son superiores a 18 grados y al estar más cerca del sol la radiación es mayor ayudando a la fotosíntesis. Con todo esto conseguimos una mayor cantidad y calidad de aromas, una mayor fijación de polifenoles y sobre todo, y ésta es la mayor ventaja de cultivar en altitud,una acidez más alta en torno a la cual el vino podrá desarrollarse.
- El inconveniente es conseguir una perfecta maduración. La forma es reduciendo las producciones de uva por hectárea. Mientras que el límite legal máximo de producción en la Ribera del Duero es de 7.500 kilos por hectárea a esta altitud se recogen unos 4000 kl/hc.
El otro factor importante es el suelo, muy pobre y con una profundidad de menos de 50 centímetros antes de llegar a roca calcárea, con riesgo cierto de erosión. Vuelve a ser un factor reductor de la producción.
Estamos intentando mantener la calidad aumentando la producción cambiando el marco de plantación tradicional de la zona. En Ribera del Duero es una densidad de 2.200 plantas por hectárea. En esta finca hemos plantado 3.200 y hemos comprobado un aumento significativo de la producción sin bajar la calidad. Tenemos pensado aumentar hasta 3.800 plantas por hectárea en las nuevas plantaciones con la intención de aumentar el rendimiento un 25% pero manteniendo la calidad. No sabremos el resultado hasta dentro de unos años.
Otra gran diferencia con el viñedo tradicional de Ribera del Duero es el peso en el porcentaje de las veriedades merlot (5 hectáreas) y cavernet sauvignon (9 hectáreas). Somos la bodega con mayor cantidad de estas variedades. Sin embargo, lo realmente significativo es la adaptación de estas variedades a la altitud y las condiciones climáticas, capaces de madurar con una gran complejidad.
Los datos siguieron llegando, pero deje de tomar notas. Alguien tubo la genial idea de hacer una cata en el propio viñedo. Catamos crianza de 2012 y 2013. Son diferentes, dos añadas casi opuestas. Es un placer beber el vino, resultado final, en las viñas, donde todo empieza.
«No somos ecológico, somos lógicos», nos dice Ricardo, el enólogo, cuando toma la palabra. A esta altitud no hace falta ningún tipo de tratamiento. Nunca hemos tenido un ataque de oídio o mildiu, el frío y el aire protegen las viñas. Plantamos leguminosas para enriquecer el suelo y fomentar la competitividad entre las viñas
Una curiosidad. Las cepas de tempranillo se podan en pulgares puesto que la planta da sus mejores racimos cerca del tronco. Sin embarco las cepas de merlot dan los mejores racimos lejos del tronco, por lo cual vamos a empezar a podar esta variedad en vara. Todos los vinos de la bodega son de mezcla de variedades, con la excepción del VT de tempranillo. Nuestros vinos son muy minerales; la variedad cavernet sauvingnon tiene piracinas, una molécula aromática que muy madura da aromas de tiza. En realidad, y aunque tengamos un suelo marcadamente calizo, esta es la explicación. En el crianza 2013 es claramente apreciable. No creo mucho en los vinos de autor, ¿qué significa eso?. El vino siempre es de terroir, yo me puedo ir, pero el suelo y las vides se quedan-nos va contando mientras catamos los vinos rodeados de cepas.
Cuando acabamos el vino volvimos a la bodega, a catar los vinos de los depósitos y de las barricas. Para cualquier aficionado al vino, es un momento casi místico. Hace pocos días las uvas fueron aplastadas y el zumo dulce fue metido en unos tanques de acero inoxidable junto con las pieles y las pepitas. Ricardo hace largas maceraciones prefermentativas a 5 grados. Cuando sube la temperatura a 20 grados las levaduras, siempre autóctonas, nunca comerciales, arrancan como locas a trabajar. En cuatro o cinco días han fermentado el tanque de 20.000 litros. La temperatura nunca pasa de los 28 grados. Una vez acabada la fermentación alcohólica hace otra larga maceración. «Lo bueno del vino te lo da el vino, solo hay que tener paciencia». Catamos un vino de prensa y un extraordinario tempranillo encubado el día dos de octubre y a 7 de noviembre todavía en contacto con las pastas.
Del tanque de 20.000 litros salen unos 10.000 litros de vino. En otro tanque de inox realiza la maloláctica, siempre con bacterias naturales de la propia uva. Ninguna variedad hace maloláctica en barrica. En vinos anteriores probaron con la merlot y la cavernet, pero no les gusto y abandonaron esa forma de trabajo. Poseen un parque de barricas de unas 1000 unidades, entre uno y cinco usos, de las cuales una cuarta parte son nuevas. Ricardo prefiere las barricas de segundo año pero para conseguirlas hay que comprarlas nuevas. Finalmente catamos un merlot de 2013 directamente de la barrica con una acidez brutal cautivadora.
Corremos a la sala de catas, como siempre con tantas preguntas y explicaciones el tiempo se nos echa encima. Catar vinos de diferentes añadas de la misma bodega es una experiencia estimulante e instructiva difícil de organizar fuera de las propias bodegas. No es usual guardar botellas de la misma marca de diferentes años para ver la evolución y es prácticamente imposible encontrarlas en las tiendas especializadas en vino. Agotan las existencias de cada añada antes de empezar a vender la siguiente.
Una cata vertical sirve para verificar dos cosas:
- Por un lado, la diferencia de climatológica de cada año incide directamente en el metabolismo d de la viña dando cada año uvas con diferentes características. Cada añada debe ser diferente.
- Por otro, al proceder de un mismo territorio y ser elaborado con una misma filosofía los vinos deben mantener un perfil reconocible con unas cualidades comunes perceptibles durante la cata.
Los vinos:
Reserva 2011. Tempranillo 88%, cavernet y merlot 12%. Marcado perfil mediterraneo propio de una añada cálida. Aromas originales para un vino de Ribera, se notan las variedades francesas, con una entrada algo cálida y licorosa, potenten, con una discreta acidez y un largo posgusto.
Reserva 2010. Mismas variedades, añada más fría. Elegante, con taninos algo más presentes. Directo, carece de la entrada explosiva del anterior, el paso de boca con una gran acidez y un posgusto largo, con notas de bosque y recuerdos de trufa. Destacar la buena integración de la madera. Sobresaliente.
VT Tempranillo 2011. Único vino de la bodega 100% tempranillo. Uvas procedentes de una parcela. Permanece en barica nueva de roble francés 9 o 10 meses. Muy joven, está algo inexpresivo y sin duda necesita tiempo. Elegante y directo, destaca por su magnífica acidez.
VT Tempranillo 2010. Misma elaboración y uvas. Entrada potente algo licorosa, con muy buena acidez y unos taninos presentes y firmes. Le falta tiempo pero tiene hechuras de gran vino.
VT Vendimia Seleccionada 2010. El vino más personal de la casa y el más definitorio del perfil de Valtravieso. 75% de tempranillo, 25% cavernet y merlot procedentes de fincas a gran altitud.
Crianza en barrica nueva de roble francés de 9 o 10 meses.
Complejo, lejos del vino tradicional de la zona. Muy marcado por las variedades francesas, es amplio, redondo, con una paleta aromática más amplia. Potente en la entrada, paso de boca complejo con el desarrollo de aromas frutales, a especias y hiervas aromáticas. Largo posgusto.
VT Vendimia seleccionada 2006. Una de mis añadas favoritas, poco reconocida en su momento.Añada cálida y de mucha producción, es, en la zona de Ribera del Duero, la añada cuyos vinos han resistido y mejorado con el paso del tiempo.
Vino maduro, con claros aromas de Bouquet (aromas terciarios producidos en reacciones químicas reductivas, sin presencia de aire, en la botella). Cueros, notas animales y de trufa. La fruta es licorosa, negra muy madura, especias. Complejo, potente, elegante. En un momento óptimo de consumo.
Probamos dos vinos más durante la comida. Comiendo, es imposible catar. El resto de los alimentos que acompañan al vino influyen en la percepción de nuestros sentidos, nuestra atención esta repartida entre disfrutar de la comida y prestar atención al resto de conversaciones en la mesa. La descripción organoléptica pierde todo su sentido y nuestro objetivo es disfrutar. Sin embargo, no puedo dejar de hablar de los dos últimos vinos.
VT Tempranillo 2006. Impresionante, me cautivo desde el primer trago. Fresco y elegante, parecía mucho más joven. Directo, sutil, sincero, sus cualidades vienen de la uva. La gran acidez invita a seguir bebiendo, con un posgusto largo y seductor. Le queda mucha vida por delante. Sin duda, una sorpresa y el mejor de la degustación.
VT Vendimia Seleccionada 2004. Vino de perfil muy francés, con claras notas de aromas terciarios, potente y equilibrado. Nos propusieron tomarlo con la tarta de chocolate y me preguntaron mi opinión. Gran error. Después de advertir mi gran afición a hablar en público les aburrí durante un largo rato disertando sobre la elaboración del chocolate, una definición del concepto de maridaje y la aproximación a una escala objetiva para poder evaluar el resultado final y una predicción basada en la idea de la imposibilidad de maridar el chocolate con un vino seco. Cuando les introduje en la metodología a seguir todos se habían comido la tarta, bebido el vino y fumado un puro, por lo cual no pude demostrar mi punto de vista.
Con esto llego la despedida. Desde aquí quiero dar las gracias a Pablo y a Ricardo, por compartir con nosotros su tiempo, sus conocimientos y sus vinos. Muchas gracias de verdad.
También a Álvaro, gracias por contar con nosotros. Dejo pendiente una conversación larga, y espero alcohólica, sobre las redes sociales, su influencia actual y los resultados de posicionarse ahora como posible ventaja competitiva en el futuro. Mucha suerte en todos tus proyectos.
Y un abrazo al resto de amigos y compañeros. Alguno será «creador de tendencias» o «líder de opinión» o lo que sea. Escribimos para que nos lean, eso es obvio, pero también y sobre todo por que, aunque quizá seamos algo soberbios al pensar que nuestra opinión tiene importancia, somos honestos y creíbles y compartimos nuestro conocimiento por placer, y siempre, siempre es un placer escucharos y leeros.