Significados de la palabra crianza
Cuando hablamos de vino la palabra crianza tiene dos significados.
- Uno sería el significado de crianza cuando viene en la etiqueta de un vino y será un tiempo mínimo de estancia en barrica y en botella que viene recogido en la Ley General del Vino.
- De una forma mas general por crianzan entendemos todos los procesos a los que se somete un vino para aportarle características que de otra forma no tendría. Un vino blanco que ha permanecido en un deposito de hormigón en contacto con sus levaduras durante un periodo de tiempo decimos que ha tenido crianza.
La Ley del vino recoge la definición de crianza como: tintos con un período mínimo de envejecimiento de 24 meses, de los que al menos seis habrán permanecido en barricas de madera de roble de capacidad máxima de 330 litros. Blancos y rosados con un período mínimo de envejecimiento de 18 meses, de los que al menos seis habrán permanecido en barricas de madera de roble de la misma capacidad máxima.
Algunas denominaciones de origen endurecen un poco más el articulado de la ley, como Rioja o Ribera del Duero, al exigir un tiempo mínimo de 12 meses en barrica de roble para poder calificar un vino como de crianza. Cuando el vino cumpla estos requisitos, podrá ostentar en su etiqueta la palabra crianza.
Habría que añadir un par de cosas al respecto. Uno de los criterios de compra cuando vas a comprar o pedir un vino en un restaurante es si es o no crianza. La palabra lleva asociados unos criterios de selección y de calidad.
Sin embargo, la ley no recoge si la barrica a de ser nueva o durante cuantos años se puede usar. Esta observación es importante. La permanencia en barrica da cualidades al vino que de otra forma no tendría. Dos son las principales: Se produce una microoxiganeción a través de los poros de la madera necesaria para mantener el color del vino y permitir reacciones químicas lentas necesarias en los vinos de calidad. Por otro lado, la barrica aporta al vino taninos, un tipo de polifenoles que aumentan la longevidad del vino, y otro tipo de sustancias sápidas que aumentan su complejidad organoléptica.
La duración de las barricas es limitada. Los primeros años aportan mucho al vino y luego va descendiendo, hasta el 5 o 6 año, en el que las barricas ya no aportan nada. Con el paso de los años los poros de las barricas se obstruyen por la acumulación de depósito de bitartartratos, una sal natural siempre presente en los vinos, impidiendo que se produzca la necesaria microoxigenación. Se convierte en un recipiente, un contenedor, sin influencia en el vino.
Ciertos vinos, los que en este blog hemos llamado de autor, por lo general no salen al mercado con ninguna calificación de crianza o reserva en la contraetiqueta. La razón, encuentran que esta calificación demasiado restrictiva y no se ajusta a las necesidades de sus vinos. Unas veces opinan que con 11 meses es suficiente y en otras que necesitan al menos 15. En el primer caso no podrían poner crianza ni en Ribera del Duero ni en Rioja, pero si en otras denominaciones de origen. En el 2º caso podría poner crianza, pero el producto no responde a lo que es un crianza de la región.
La definición de reserva, en principio es una crianza mas prolongada, es: Vinos tintos con un período mínimo de envejecimiento de 36 meses, de los que habrán permanecido al menos 12 en barricas de madera de roble de capacidad máxima de 330 litros, y en botella el resto de dicho período. Si se fijan en la definición, la exigencia de la normativa es de 36 meses en la bodega, 12 mínimo en barrica. En las d.o. Ribera del Duero y Rioja un crianza pasa a ser reserva, el mismo vino, si permanece un año más en la bodega, ya que para ser crianza necesitaba 12 de barrica y 12 de botella.