La clasificación de las añadas. Ese gran misterio.
Empezar un escrito disculpándose por el tostón que va a venir seguidamente es garantía de que nadie lo va a leer (y que probablemente haya un error de concepción del escrito). Sin embargo, en este caso, el estracto que acabo de sacar de la página oficial del Consejo Regulador de la D.O.C. Rioja resulta altamante revelador de cómo se hacen las cosas. Añadir que el Consejo Regulador de la D.O.C. Rioja sea probablemente el más serio, competente y creible de España. Con esto no quiero decir que en los demas sitios se haga mal, leamos el texto y sacemos conclusiones, sino que ellos lo hacen bien.
Calificación cosecha
La puesta en marcha del Plan de Calificación de los vinos de Rioja en el año 1985, mucho antes de que la legislación obligara a ello, demuestra la preocupación de esta Denominación por la mejora de la calidad de sus vinos. Es indudable que la calificación previa de los vinos para tener derecho al uso de la Denominación de Origen Calificada Rioja ha influido de una manera importante en la mejora de las técnicas de elaboración y por lo tanto en la obtención de vinos de mayor calidad, objetivo primordial de la Denominación de Origen. En su mayoría, los parámetros analíticos determinantes de una correcta elaboración, como son el contenido en SO2 total, acidez volátil y azúcares reductores, están muy por debajo de los márgenes que permite la legislación vigente. Conseguido el objetivo de la mejora en la elaboración, que ha incidido directamente en el descenso de los vinos descalificados por examen analítico, el Consejo Regulador ha venido trabajando estos últimos años de una manera importante en la mejora de las características organolépticas, factor fundamental de diferenciación de la tipicidad y calidad de los vinos.
La calificación viene a ser un examen de ingreso que determina si el vino elaborado merece o no el amparo de la Denominación. El proceso de calificación de la cosecha se desarrolla entre el 1 de diciembre y el 31 de marzo. Más de 4.000 muestras, representativas del total de los vinos elaborados en la D. O. Calificada Rioja son tomadas por los técnicos del Consejo Regulador en los mismos depósitos donde el vino ha fermentado y analizadas en uno de los tres laboratorios oficiales de la Denominación (Estaciones Enológicas de Haro, Laguardia y Olite), a fin de determinar si sus componentes se ajustan a las exigencias del Reglamento de Rioja.
Seguidamente son los Comités de Calificación del Consejo quienes realizan el examen organoléptico de las muestras, valorando la tipicidad, color, limpidez, olor, sabor y calidad del vino. Es la fase decisiva del proceso de calificación, puesto que la cata constituye el mejor instrumento para determinar la calidad del vino, así como su personalidad diferenciada e inequívocamente riojana, efectuandose individualmente, sin comentarios previos, para evitar influencias mutuas entre los catadores. Los Comités de Calificación, en los que participan más de un centenar de expertos, actúan bajo la supervisión de un técnico del Consejo Regulador y están integrados por tres catadores: un cosechero-elaborador, un técnico de bodega y un miembro de la Asociación de Enólogos, quienes con absoluta independencia y criterios estrictamente profesionales evalúan el vino catado y su aptitud para que le sea reconocido o no el derecho a la Denominación de Origen Calificada Rioja.
Valoración global de la añada.
La rigurosa calificación de los vinos de Rioja proporciona un conocimiento muy concreto de la calidad de todos los vinos elaborados cada cosecha, lo cual supone una excelente base técnica para la evaluación global de la añada realizada por el Consejo Regulador. A diferencia de las calificaciones de cosecha emitidas por otras Denominaciones, basadas en la cata de una docena de muestras especialmente seleccionadas para la ocasión, el Consejo Regulador de Rioja se basa en los resultados del análisis químico y organoléptico de las muestras tomadas directamente en todas las bodegas elaboradoras, criterio sin duda mucho más objetivo. Como es sabido, esta valoración oficial de la añada se realiza sobre los vinos recién elaborados, por lo que «debe ser completada con referencias a su evolución en los vinos sometidos a proceso de crianza», valoración que el Consejo plasma en la «Carta de Añadas de Rioja»
Interesante.
Algunos apreciaciones personales:
La elaboración de una clasificación de añadas responde mucho más a un criterio comercial que dé argumentos de venta a los encargados de vender el vino (desde los encargados de las exportaciones a los comerciales, dependientes de tiendas, sumilleres) que a la elaboración de un conocimiento que sea la base para posibles mejoras futuras.
El propio consejo regulador reconoce que los encargados de evaluar los vinos son empleados suyos (reciben un sueldo del consejo regulador) o están directamente interesados en que la nota obtenida del examen (utilizando su propio término) sea alta.
En otras denominaciones más pequeñas y sin duda sin los recursos de la Rioja, las muestras examinadas son insuficientes sino claremente seleccionadas para subir de una forma artificial la nota de clasificación.
Se recoge de forma explícita que la clasificación solo vale para vinos jóvenes. Los vinos dedicados a la crianza (sometidos a un proceso de envejecimiento diferencial, en barrica, botella, depósito de acero, cemento, fudres….) en realidad todos los vinos de calidad de este país si excluimos a los vinos blancos, no se pueden clasificar tan pronto por que se desconoce como van a evolucionar estos vinos.
Este consejo regulador, edita una «carta de añadas «. El objetivo de esta «carta de añadas» es dar una informción de como evoucionan los vinos de esta denominación. Copio: «No se establece clasificación jerárquica entre las diferentes añadas, sino que de forma visualmente atractiva se proporciona mediante pictogramas la información básica para valorar el momento de consumo de cada añada». Evitan cuidadosamente dar una nota de clasificación a los vinos. Al fin y al cabo,¿ no están ya clasificados? . Para q nos vamos a liar o bajar la nota q tan » cuidadosamente» hemos elaborado.
Mi exíguo grupo de seguidores estará pensando que ya sabe por donde voy. Que las clasificaciones de añada no son creibles y que indudablemente no nos sirven para elegir un vino en concreto. Sí, eso es incuestionable. No creo que nadie del gremio pueda decir que esté garantizada una buena elección si se dispone de una tarjeta con la clasificación de añadas.
Pero aún hay más.
El vino es un resultado de la tierra, el conocimiento del elaborador y del clima del año. Sin ser estrictamente igual cada año, los dos primeros factores son bastante estables, no así el clima. El clima marca la correcta maduración de la uva y le dará el potencial necesario para elaborar, o no, un gran vino. Es un factor inaprehensible que escapa de nuestro control.
Si definimos la excelencia como la calidad superior, que en este caso un vino puede alcanzar, por definición solo en grandes añadas se puede alcanzar este grado de excelencia. No digo q en el resto de los años se hagan malos vinos o que todos en general sean malos, pero todos los grandes vinos pasan a la mitología apoyados en una añada mítica.
En realidad la pregunta sería: ¿cómo debe ser el clima de un año para conseguir unas uvas que nos permitan elaborar un vino que alcance la excelencia? (como se habrá dado cuenta, excelencia viene de excelente).
Voy a poner las clasificaciones de añada de dos de las más prestigiosas denominaciones para intentar de desentrañar el misterio. ¿Qué misterio, se preguntará mi avezado lector?
¿Porqué no se sabe, aunque el vino este ya hecho y en los depósitos, si el vino va a evolucionar correctemente y se va a engrandecer con el paso del tiempo?
2001 | 2002 | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 | 2007 | 2008 | 2009 | 2010 | |
Rioja | E | B | B | E | E | MB | MB | MB | E | E |
Ribera del Duero | E | MB | MB | E | MB | B | MB | MB | E | E |
Lo que más llama la atención es la poco importancia del clima. O bien el clima ha sido el ideal durante una década o bien la tecnología permite corregir las desviaciones climáticas o bien las calificaciones están manipuladas. Si ponderamos todas las calificaciones la nota de la década es de MB a E. Podría ser,por que no va a haber una década prodigiosa, pero analicemos un poco más.
- La añada 2001 se vendió como la mejor de los últimos años. fué una buena añada, pero no respondio a las espectativas q se crearon.
- La añada 2003 desde el principio se desechó por muy cálida y por lo tanto no apta para vinos de calidad. Sin embargo, los que tenían buena viñas e hicieron bien su trabajo elaboraron vinos de guarda de excelente calidad.
A partir de aquí es viene lo interesante, ya que estos vinos se pueden encontrar sin dificultad:
- 2004 volvió a ser clasificada de excelente, la añada de la década. Sin embargo los vinos se volvieron pronto pesados en botella.
- 2005 dió unos vinos que evolucionaron en botella mucho mejor que los 2004. Mucho más frescos y complejos sin esas notas pesadas.
- 2006 fue la peor clasificada de estas 3, sin embargo sus vinos hoy son con mucha diferencia mucho más interesantes que los de 2005 y 2004.
- 2007 fue una añada perra. Frío, lluvia, granizo. Los vinos sin excepción estaban verdes y amargan al final. Quizás mejoren en botella pero no creo en milagros. Incongruentemente o en todo caso no respondiendo a la razón, se clasificó mejor o igual que 2006.
- 2008 fue una mala añada. La ley permite mezclar un porcentaje de vino de otra añada para mejorar una mala añada. 2007 no se pudo mejorar porque 2008 fue mala. Pero 2008 si se pudo mejorar añadiendo vino de 2009. Injustificadamente se clasifico de MB. es pronto para hablar de la evolución de los grandes vinos de esta añada (si los hay, que lo dudo)
- 2009 es sin duda la mejor añada de la década y la única con hechuras para convertirse en mítica. Compleja, fresca, interesante, redonda. los vinos jovenes son excepcionales, los 1º vinos de autor, los crianzas. todos están buenos. impresionante. lo mejor está por disfrutar.
- 2010 cuando hicieron el vino todos estaban de acuerdo, la añada era mejor que la anterior. Sin embargo, y a la espera de los mejores vinos, parece que se ha desviado. Los vinos que han aparecido son menos vigorosos, aguantan peor la madera, son más difíciles de entender.
Como ven, no doy solución al misterio, como máximo apunto la impredictibilidad de lo que va a ocurrir, que todavía queda mucho por investigar de por qué evoluciona el vino y cómo. No sabemos de donde viene la elegancia y la clase. Será un equlibrio o quizás la exageración de una cualidad. Probablemente envejecer bien no sea otra cosa que conservar lo mejor posible los atributos de la juventud. Podría estar toda la noche escribiendo frases como esta, sin mucho sentido pero que expresan mejor de lo que puedo lo que me hacen sentir los vinos. En especial los del 2009.
Terroarista