Josep Roca y las emociones.

Josep Roca tiene pinta de ser un hombre tímido  y amable pero que marca las distancias. Su tono de voz es monocorde, lee la mayoría de las cosas que dice y parece incapaz de atraer la atención. Parecería que hace  intrascendentes las cosas más interesantes. Cuando empieza sus  conferencias, invariablemente te invade el desaliento y te preparas para pasar un par de horas de lo más aburridas.

A lo largo de los últimos años he asistido a centenares de catas (créanme, no exagero) he probado miles de vinos, he escuchado  montones de sentencias pretenciosas  y nunca  nadie ha conseguido emocionarme y emocionarnos tanto y tan profundo como el gran Josep.

La cata versaba sobre el tema principal de este blog y respondía a todas las preguntas que nosotros planteamos, con tanta lucidez y elocuencia  que lo único que nos deja es intentar transmitir (por no decir copiar) sus ideas.

¿ La uva es un producto de la naturaleza exclusivamente o el ser humano forma parte del terroir?

Para nosotros está claro que sin una correcta interpretación del ciclo de la vid, sin un conocimiento profundo de como cuidar la viña y vinificar el mosto, sin un respeto al producto que tienes entre manos y al consumidor final, es imposible elaborar un gran vino. Sí un vino sin defectos, sí un vino que se puede beber  y no te mata, sí un vino estándar que satisfaga un sin número de paladares satisfechos con best-sellers pero no un vino singular y que emocione.

La gran idea que defiende el sr Josep es que el enólogo que hace el vino debe ser como un artista, menos pendiente de seguir un manual que de intentar plasmar el paisaje y sus vivencias en el vino. Ciertos vinos con alma son capaces de transmitir emociones. Sin duda se debe a sus elaboradores.

LA CATA de SAN SEBASTIAN GASTRONOMIKA 2011

La forma de exponer su tesis de que el hombre es parte del terroir fue brillante.

Nos iba presentando los vinos de dos en dos, todo muy bien acompañado con imágenes, vídeos y música. Cada vino de la pareja que iba presentado correspondía a dos caracteres opuestos a la hora de entender el vino y el viñedo.

  • Los dos primeros estaban elaborados uno por un místico y el otro por un científico.
  • El siguiente par uno elaborado con un gran respeto a la tradición y el otro con el uso de las última tecnologías.
  • Los últimos uno hecho por un ejecutivo de una multinacional con las mejores notas de Harvard  y el otro por un viticultor de pueblo.

Todos los vinos eran extraordinarios. La conclusión es obvia:  el talento, el trabajo duro y la sensibilidad quedan reflejados en el producto final. La personalidad del hacedor está en la cosa creada. El conjunto de todas las cualidades del elaborador está en el vino.

Ciertos vinos con alma son capaces de transmitir emociones, capaces de llegar hondo y hacernos entender. Hay ciertas personas con un don, son pocas y encontrarlas es una suerte, capaces de transmitir emociones y llegar hondo y tocarte el alma y hacerte entender. una de ellas sin duda responde cuando oye Josep Roca.

Hablaré de los vinos catados en la siguiente entrada.

Terroarista