Lo que no está en nuestra mano

En España existen alrededor de 7.000 bodegas.  Haciendo una estimación aproximada y tirando por lo bajo que cada bodega produzca 4 vinos llegamos a la conclusión de que en España se hacen no menos de 28.000 vinos diferentes (es probable  que sean muchos mas).

A esto habría q añadir que cada añada deja su marca en el vino, y que un vino procedente de la misma zona, de las mismas cepas, elaborado por las mismas personas, que en la estantería de la tienda donde lo vamos a comprar tiene la misma etiqueta con la única diferencia de al añada, es un vino completamente distinto.

 Nos encontramos con la imposible tarea de probar 30.000 vinos cada año !!!!

 Hemos de saber que cuando vamos a comprar un vino solo tenemos dos opciones:

  1.  Comprar siempre le mismos vino o los pocos que conocemos y que sabemos que nos gustan
  2.  Correr el riesgo de elegir un vino que no conozcamos y que no hemos probado.

 Si usted pertenece a los que siempre bebe el mismo vino y no le gusta arriesgar siempre beberá un vino que le gusta pero se perderá la maravillosa diversidad de vinos que existen.

Una de nuestras recomendaciones es ser infiel, y sino al menos tontear, por mucho que le guste un vino y disfrute con él ,siempre va a encontrar un momento para conocer otros.

Si es usted infiel por naturaleza, como nosotros, le interesara saber que no tiene posibilidad real de saber si el vino que ha elegido en el restaurante o va a comprar en el super o en la tienda especializada va a ser de su gusto o si le va a gustar muchísimo.

Por qué? Es imposible probar todos los vinos y el que se lo recomiende, el sumiller o el dependiente, aunque tenga profundos conocimientos, cosa que no siempre ocurre, desconoce sus gustos y le puede recomendar alguno que les guste a ellos pero no a usted.

 Llegamos a la conclusión de que en el momento de elegir el vino no esta en nuestra mano hacer una elección óptima.

Usted me dirá que sigue el consejo de las guías y que le va bien. Si le va bien no tengo nada que decir, pero a nosotros nos  parecen bastante inútiles.

Los vinos tops (por vino top entendemos vinos con altas puntuaciones en las guías) recomendados son muy difíciles de encontrar y muy caros.  Sí,  son buenos, los mejores de España sin duda, y si puede pagarlos es usted afortunado y seguro que lo hace.  El cupo de estos vinos es muy reducido, la venta se hace casi en exclusiva a nivel de distribuidores y en tiendas especializadas. Los buenos restaurantes los codician no por su valor enológico, que sin duda lo tiene, sino porque prestigia la carta. Son uno de esos grandes regalos que las empresas hacen a los políticos o buenos clientes.

Los siguientes vinos, los vinos de puntuaciones altas, supongo que serán buenos, no lo sé, hay tantos que es difícil decirlo. Si se fijan la mayoría de los vinos de las guías están entre las puntuaciones de 83 y 89. Los de 83 puntos rozan casi la vulgaridad y los de 89 casi la excelencia,según el criterio de las propias guías. Cuando eliges entre esta maraña de vinos de diferentes regiones y los comparas entre si siempre tienes la impresión de que la diferencia que los separa es de más de 1 o 2 puntos, de que los que tienen 82 están mejor que los de 86 y que alguno de 78 es bastante agradable y merece la inversión de comprarlo.

Le presiento mirándonos con el ceño fruncido y preguntándose: ¿por qué voy a haceros caso a vosotros y no a un comité de cata experto y entrenado que trabaja para una guía prestigiosa?

Por varios motivos:

  1.  Las guías son un negocio.  Parte de la recaudación la sacan de los anunciantes. Si tiene una guía a mano, la que sea, cójala y vera que los vinos que se anuncian tienen buenas puntuaciones.
  2.  No tenemos la certeza de que el vino que se les haya enviado para catar sea el mismo que usted compra.
  3. En un comité de cata se catan muchos vinos seguidos. Inevitablemente toda cata es comparativa. El vino  precedente marcara la degustación del siguiente de tal forma que, el mismo vino, nos va a parecer bueno o malo (peor o mejor) según el orden aleatorio que le toque, el humor, la predisposición, el cansancio, las movidas que haya tenido con su mujer influirán en la percepción del catador y por lo tanto en la puntuación que va a dar la vino.
  4. Por mucho que nos quieran vender, la cata no es un método objetivo de medir la calidad, sino subjetivo. Si usted comparte gusto con Rober Parker sus consejos le servirán de ayuda, pero si no es así, no le gustaran. No hay q salvar al mundo de Rober Parker  o de Peñin sino tener un criterio propio.

 Para acabar, coja la misma guía de diferentes años, la que más le guste y utilice, y compruebe la valoración y la descripción organoléptica(sí, recibe este nombre rimbonbante) del mismo vino. No le hace sospechar que tenga la misma puntuación en añadas de tan diferente calidad como 2006,2007 o 2008.

 Entonces ¿qué podemos hacer?

Digamos que si hay ciertas cosas que están en nuestra mano.

 Terroaristas