El sueño de una noche de vino. La divina bebida en la obra de Shakespeare.
«eh,oi, go down to the corner shop and nick a bottle of champagne», Patrick «Rowdy Ricky knight» el padre ex luchador de la película «Fighting with the family». Baja a la tienda de la esquina y birla una botella de champagne.
En un buen número de obras del escritor ingles William Shakespeare el vino interviene como herramienta dramática para enfatizar o describir una situación. Pero sin duda, lo más interesante es el retrato de la sociedad de su tiempo que nos brinda el autor, y en el caso del vino, el uso de la preciada bebida en los diferentes contextos de la vida y costumbres de los ciudadanos ingleses de aquel preciso momento histórico, la Época Isabelina.
El vino, en la mayoría de las situaciones, es parte esencial de la acción, apareciendo en las obras con diferentes funciones: bebedizo sanador, elemento de burla cuando se toma en exceso, potente estímulo de la felicidad, obsequio hacia alguien a quien se quiere adular, el complemento indispensable en las fiestas y buenas mesas y como objeto diferenciador de las clases altas. En las tabernas el vulgo ingiere cerveza, la bebida de la clase baja, mientras los grandes personajes, los protagonistas de sus obras, reyes y aristócratas principalmente, disfrutan del mosto de uva fermentado.
En sus obras, la aristocracia es representado por:
príncipes daneses (Hamlet); “Rey- Poned sobre la mesa las jarras de vino. Si Hamlet da el primer golpe o el segundo, o está al quite en el tercer asalto, haré que las almenas disparen salvas de ordenanza, y el rey beberá por el éxito de Hamlet y ha de introducir en su copa una perla, la más preciosa que en su corona hayan llevado los cuatro últimos reyes de Dinamarca. ¡Las copas!…Beba el rey ahora a la salud de Hamlet.
abyectos traidores y asesinos de altas esferas (Macbeth); “Me sentaré, ¡servidme vino hasta los bordes! Brindo por la alegría de esta mesa”.
risueños amantes (Romeo y Julieta), «Criado– Ahora os lo diré, sin que me lo preguntéis: mi amo es el riquísimo Capuleto; y si no sois vos de la casa de los Montesco, os ruego vengáis y vaciéis una copa de vino. ¡Que os divirtáis!».
invencibles emperadores y sus obscuras familias (Julio Cesar y Bruto); “Cesar- Buenos amigos, entremos dentro y tomad vino conmigo; y luego nos iremos derechos juntos, como amigos. Bruto- Lucio, trae una copa de vino”.
la pareja de amantes más atractiva de la historia (Antonio y Cleopatra, y también la frase más bella). “Me muero, reina de Egipto, me muero. Dadme vino, y dejadme hablar un momento”.
La más clara referencia a la bebida de las clases bajas en comparación con las élites aparece en la obra “Taming of the Shrew”. Un pobre sirviente, trastornado por el consumo de cerveza, es engañado y conducido borracho a la alcoba de su señor. Al despertarse y ser tratado con el respeto y la dignidad de un distinguido ciudadano, pide más cerveza, en un hilarante diálogo entre los sirvientes y el nuevo señor.
SLY (despertándose)– Por amor de Dios, una jara de cerveza ligera.
Sirviente 1.– ¿Le apetecería a vuestra señoría beber una copa de jerez (a cup of sack)?
…
SLY– Soy Christopher Sly, no me llaméis merced ni señoría; no he bebido jerez en mi vida y si me dais conservas, que sean de buey. nunca me preguntéis los trajes que voy a llevar, porque no tengo más jubones que espaldas, ni más medias que piernas, ni más zapatos que pies y, a veces, más pies que zapatos, o zapatos tales que se ven los dedos.
El pobre hombre, visitante asiduo de las tabernas, pide cerveza, poniendo de manifiesto un comportamiento heredado de hace milenios, y aun vigente en nuestros días. Las clases acomodadas beben vino en sus reuniones sociales y celebraciones, mientras que las clases bajas se intoxican con cerveza en oscuros tugurios.
Nos queda presentar a un último personaje, el gran bebedor de Shakespeare, Fastaff. El personaje de Falstaff aparece en las tres partes de Henry IV y es el protagonista de las Alegres Casadas de Windsor. Bebedor y charlatán, pendenciero y cobarde, narcisista y mujeriego, gordo y bravucón, su gran objetivo en la vida es vivir (y beber) bien. El personaje ha tenido gran influencia en otros personajes de ficción, siendo incluso el protagonista de la ópera de Verdi, Falstaff. En sus visitas a burdeles y tabernas, siempre pide “sack”. ¿Qué es exactamente el “sack”? (El sack aparece en otras obras de Shakespeare, como en el diálogo anterior y que he dejado en el inglés original).
¿Qué espera recibir Falstaff en su copa cuando pide Sack?
Falstaff- Ve a traerme una pinta de “sack”; colócale una tostada encima. Llevate esos dos cálices y ve a prepararme un pote de “sack finely”.
He dejado sack en el texto original sin traducir, puesto que las traducciones han ido cambiando a lo largo del tiempo. El Oxford English Dictionary define sack: A general name for a class of white wines formerly imported from Spain and the Canaries. Es un vino importado, de producción española y de color blanco. Es probable que el sack sea un nombre genérico para vinos blancos de producción mediterránea, algunos de ellos dulces, que incluiría los vinos de Alicante y Málaga. A lo largo de los siglos, los traductores han optado por traducir sack con diferentes significados, principalmente como moscatel, Sherry (vino de Jerez) o Canari (vino de canarias).
Al ir siempre acompañado de personajes principales y gastar de su dinero, podemos arriesgarnos a hacer alguna conjetura. Falstaff siempre pediría lo mejor que pudiera comprar. De hecho, se queja mucho cuando encuentra algún vino rectificado (añadidos al vino para mejorar su calidad o esconder sus defectos).
Falstaff- You rogue, here´s lime in this sack too (tu, picaro, también hay cal en este sack). La cal se utilizaba para enmascarar la acidez y clarificar el vino.
El sack sería, con toda probabilidad, vino del Marco de Jerez o vino de Canarias. Sin embargo, los Canari wines pronto alcanzaron notoriedad, y el propio autor los designa en su obra con este nombre. Por lo tanto, no es descabellado pensar que el sack era en realidad vino de Jerez, un vino caro y de alta calidad, consumido por las clases más nobles inglesas, a las que sin duda nuestro querido Falstaff quería pertenecer.
TERROARISTA