Sección todavía sin título. Mejores vinos de la semana.

«There has a late come into being a class of person who have learnt of wine out of the books and not out of the bottles. There is a rule to be surprised drinking cheap champagne in secret but their talk is all of vintages, and districts and clos and châteaux». Aaeneas McDonals, del simpático libro Whisky. Últimamente han aparecido una cierta clase de personal que han aprendido de vinos de los libros y no de las botellas. Es una regla sorprenderles bebiendo champagne barato en secreto, pero su conversación es siempre sobre añadas, regiones, clos and châteaux.

En mi sección todavía sin título intento destacar los vinos que más nos han gustado durante la semana. Como todo bebedor sabe, una botella rinde diez copas de 75 mililitros, siete copas y media de 100 mililitros y seis de 125 mililitros. La copa de 75 mililitros apenas llega para un par de sorbos, así que lo normal es que los profesionales sirvamos entre siete y ocho copas cuando es para los clientes, pero raramente más de seis cuando es para nosotros. Si compartes tu botella con alguien te tocan tres copas por cada botella. Tomando una copita en el aperitivo solo te quedan dos para comer. Raramente una botella aguanta el asalto de una comida. Consumo mínimo de una casa, una botella por comida principal. Hablamos de un mínimo de dos botellas al día.

Eso cuando no tienes visitas (me refiero a los compañeros de cata, amigos sumilleres, amantes de vino, sorprendidos amateurs…). Según mi experiencia, el número ideal de botellas a consumir viene dado por la fórmula:

Número de botellas a abrir= número de invitados+una. Pongamos el caso de tener cinco invitados.

Número de botella a abrir=5+1= 6 botellas.

Siempre tengo más de 5 invitados a la semana, cada semana (por lo general la gente sedienta se deja caer por aquí). El consumo de vinos en mi guarida es elevado. Algunos de ustedes se preguntarán cómo lo hago para deshacerme de las botellas y pasar desapercibido (reciclar semejante número de botellas sin escandalizar al vecindario tiene su truco). A una hora intempestiva de la noche, cuando las personas más mayores, y más proclives a juzgar, están durmiendo, lleno el carro de la compra con botellas y me dirijo a un contenedor de vidrio no muy cercano a mi casa. Con cuidado, evitando hacer ruido, deposito las botellas y, disimuladamente, me alejo en dirección contraria. Cada semana.

Elegir los tres mejores vinos de cada semana me parece difícil. Mucho más si tengo que elegir los ganadores de cada mes y después los ganadores  del año. Sería una forma elegante de ayudarme a elegir un título para esta sección (“lo mejor de lo mejor “ o “según mi criterio” o “tras el vino del año” o “solo puede quedar uno” pero la verdad es que no me mola ninguno y es muy complicado que tenga la fuerza de voluntad y la memoria suficiente para llevar sacar adelante semejante logro)

Los mejores de la semana.

Sabrego 2011, Quinta da Muradella, D.O. Monterrey.

Variedad: Dona Branca. Edad de las viñas, más de 70 años. Tipo de suelo, arena granítica.

José Luis Mateo firma sus botellas como viticultor; elabora el vino, pero el trabajo se hace en el campo. Meticuloso, ambicioso y perfeccionista es un obseso de la perfección y nunca esta contento (o convencido del trabajo final). Elabora varios vinos, algunos de las variedades más desconocidas como Monstruosa, Zamarrica, Souson o Caíño Redondo y otros con las más conocidas Dona Branca o Mencía.

Sábrego recibe el nombre del suelo (en gallego sábrego significa arena gruesa de granito) y está elaborado una parte entera con raspón y otra parte despalillada. La fermentación es en depósito de Inox y el vino permanece en el depósito un año. El periodo de envejecimiento termina con otros dos años en botella. Me llevé la botella a un concierto en una bolsa con hielo y dos copitas. Muy refrescante, con gran peso de boca, algo cerrado. Mejoro mucho y el mejor trago fue el último, donde empezaba a desarrollar notas frutales y terrosas. Con un poco más de oxígeno y un poco menos frío alcanzara cotas insospechadas.

José Luis puede imprimir a sus vinos una emoción única. Bebiendo sus vinos te das cuenta de lo que significa beber vino, es un acto más espiritual e intelectual que físico. Una vez oí a uno de nuestros más insignes periodistas decir que sería capaz de defender en cualquier país del mundo que José Luis Mateo es uno de los mejores elaboradores del mundo solo poniendo sus vinos encima de la mesa.

No puedo estar más de acuerdo. Bodega imprescindible. Precio sobre 25 euros.

Sílice 2018. Sílice Viticultores, Sin D.O. (las viñas están en Sober, Ribera Sacra).

Variedades: 80% Mencía, 18% Albarello, Merenzao, Garnacha Tintorera y uva blanca.
Las uvas proceden de viñedos de más de 60 años en precipicios sobre el río Sil. Crianza: 9 meses sobre lías en foudre de madera usada de 5200L.

Suelos: Granito, arena y pizarra de viñedos en el cañón del Sil. Producción 16838 botellas. Vinificación : 70% despalillado y 30% uva entera con raspón, fermentado y maloláctica en foudre
usado. 7600 botellas de producción.

Vino elegante y, en apariencia sencillo, pero evocador, prefiere la sutilidad a la provocación y se prende en silencio del recuerdo. Corte de vino natural, muy fácil de beber. Muy muy bueno e imbatible en precio, unos 15 euros.

Sílice blanco 2017, sin D.O. (Viñedos en la Ribeira Sacra).

Variedades: Palomino, Treixadura y Albariño, con un poco de Godello, Branco Lexítimo, Dona Branca. Crianza: 8 meses en acero inoxidable con sus propias lías y una pequeña parte en barrica nueva. Suelos: Granito, arena y pizarra de viñedos en el cañón del Sil. Enólogo: Fredi Torres

Uva blanca dispersa por distintos viñedos en los bancales del rio Sil. Elaborado con levaduras autóctonas y criado durante 8 meses en depósitos de inox con sus propias lías y una pequeña parte en barrica nueva. Muy elegante, bebes y bebes sin darte cuenta y, sin querer, terminas la botella. En mi opinión, pocos vinos ofrecen tanto con tanta sencillez. Uno de mis favoritos.

Teira X 2018. Bodega Manuel Formigo, D.O. Ribeiro.

Variedades: Treixadura (55%), Alvilla (15%),Albariño (15%), Loureira (15%). Crianza: No. Suelos: Graníticos (sábrego) de la finca Miñoteira. Elaborado con cepas seleccionadas de treixadura de 35 años de edad junto con las variedades alvilla, albariño y loureira, plantadas todas ellas en nuestra finca Miñoteira. Vendimia realizada a mano incluyendo una selección de racimos sobre la misma cepa. Transporte de la uva a la bodega (5 minutos) a granel en tractores con cargas de menos de 1500 kg para mantener la integridad de la uva. A la entrada de bodega se realiza un estrujado suave y se prensa en una prensa neumática semicerrada. El mosto dirigido a la elaboración de este vino nunca sobrepasa los 0.2 bar de presión. El vino tiene peso en boca, no muy intenso, elegante, de velocidad media, para disfrutar todo el recorrido, pasando por toda la boca. Yo bebo sin comer, los alimentos interfieren en las sensaciones del vino, pero sin duda este es gastronómico. Manuel Formigo hace, a mi juicio, los vinos más equilibrados y representativos del territorio de Ribeiro. Imprescindible.

Cholo 2018, Bodega Manuel Formigo, D.O. Ribeiro.

Variedades: Loureira. Crianza: No. Suelos: Graníticos (sábrego) de las fincas Miñoteira y Portela

Vendimia realizada a mano incluyendo una selección de racimos sobre la misma cepa. Transporte de la uva a la bodega (5 minutos) a granel en tractores con cargas de menos de 1500 kg para mantener la integridad de la uva. A la entrada de bodega se realiza un estrujado suave y se prensa en una prensa neumática semicerrada. El mosto dirigido a la elaboración de este vino nunca sobrepasa los 0.2 bar de presión. Sin trabajo de lías, trasiegos en la fase lunar adecuada para ello. Embotellado junio 2019. El vino más original de la bodega, y el más sorprendente. Intenso de sabor, con una gran acidez, se mueve rápido en la boca, llenándola. Demuestra en increíble potencial de la zona de Ribeiro. Mi favorito de la bodega, no dude en hacerse con unas botellas.

Tino 2018, Bodegas Manuel Formigo, D.O. Ribeiro. 

Variedades: Alvilla. Crianza: No. Suelos: Graníticos (sábrego) sobre roca madre de las fincas Miñoteira y Portela.

Elaborado con cepas seleccionadas de la variedad alvilla, (no registrada en el CRDO, por ello no viene indicada la variedad en la etiqueta), casta casi perdida y recuperada por el padre de Manuel Formigo, por ello el nombre del vino esta dedicado a su padre. Un vino único en su región y de la cual no tenemos registros de un vino monovarietal. Destaca por su elegante acidez y concentración. Otro gran trabajo de Manuel Formigo.

Vendimia realizada a mano incluyendo una selección de racimos sobre la misma cepa. Transporte de la uva a la bodega (5 minutos) a granel en tractores con cargas de menos de 1500 kg para mantener la integridad de la uva. A la entrada de bodega se realiza un estrujado suave y se prensa en una prensa neumática semicerrada. El mosto dirigido a la elaboración de este vino nunca sobrepasa los 0.2 bar de presión. Embotellado Junio 2019. Vino rico, fácil, todavía en proceso de descubrir hasta donde puede llegar. Muy interesante por su exclusividad y originalidad, se elaborar 666 botellas.

 

TERROARISTA