Garnacha, el tesoro escondido. Concurso Garnachas del Mundo.
«El Sol, con todos esos planetas girando a su alrededor y dependiendo de él, todavía puede madurar un racimo de uvas como si no tuviera otra cosa que hacer en el universo» Galileo Galilei.
La variedad de uva garnacha ha pasado, en muy pocos años, de ser considerada mediocre, no apta para envejecer, alcohólica y pesada a una de nuestras variedades estrella. Los mejores vinos de zonas muy prestigiosas como Priorato o el redescubrimiento de la Sierra de Gredos tienen su raíz anclada profunda en las viejas cepas de garnacha. En Cariñena, Caltayud y Campo de Borja es la variedad mayoritaria. A lo largo de España bodegueros utilizan esta uva para elaboraciones monovarietales en interesantes proyectos de recuperación como Vintae y su “Garnachas de España”, elaboraciones de viñedos olvidados o abandonados, o Juan Carlos Sancha y su “Colección Peña el Gato, Garnachas Centenarias” (en Rioja no hace tanto había plantada más cepas de garnacha que de tempranillo).
Sería interesante pararse a pensar un rato sobre el declive y el repentino éxito de la garnacha en España. La variedad, complicada de elaborar, necesita mucha atención, bajos rendimientos y cierto nivel de conocimiento para desplegar todas sus cualidades. Sin esta atención y una vendimia en su momento justo suele dar vinos alcohólicos y con tendencia a la oxidación. El final del 2º milenio (el final del siglo XX) fue devastador y el triunfo de la variedad tempranillo y su plantación masiva provoco que muchas cepas de garnacha fueran abandonadas, arrancados o reinjertadas. Las cepas que quedan en la actualidad se han mantenido por vinculación afectiva con el viticultor, por ingobernable azar o bien por el ímprobo trabajo de recuperación de parcelas abandonadas debido a su baja rentabilidad. En consecuencia, la mayoría de los vinos elaborados con garnacha proceden de cepas viejas en buenas localizaciones. Las bajísimas producciones dan un fruto exquisito, complejo, apto para envejecer. La garnacha poseé una característica única que la hace especial, es la variedad que más cambia según en que zona haya sido plantada siendo con ello la variedad con más capacidad para representar su entorno. Uva mediterránea por excelencia, puede dar desde vinos muy aromáticos de alta graduación a vinos con un perfil mucho más fresco en viñas de altitud. Quizá el despertar y el interés sobre la variedad venga de los prodigiosos vinos elaborados por Alvaro Palacios en Priorat. Desde entonces, su ascenso parece imparable, acapara los elogios de los aficionados y de la crítica especializada y los vinos elaborados con ella las más altas puntuaciones. L´Ermita de Alvaro Palacios o los vinos de Comando G, El Rey Moro o Rumbo al Norte, consiguen más de 95 puntos Parker cada año.
La historia de la garnacha no es igual en todos los países, siendo una de las variedades más respetadas en Francia e Italia. Resulta curioso el éxito de la variedad en Francia (Provence, Languedoc, Vallée du Rhône, Roussillon) y en Italia (Cerdeña principalmente) cuando es de origen español. También es una variedad viajera cultivada en Australia, Sudáfrica, California…Una de las grandes variedades del mundo tanto para elaborar vinos monovarietales como para aportar complejidad en mezcla. Existe la garnacha blanca y por tanto vinos blancos de garnacha. Para festejar la gran variedad de vinos producidos y dar a conocer sus innegables cualidades se celebra el concurso Garnachas del Mundo.
Concurso Garnachas del Mundo. Del jueves 9 al Sábado 11 de febrero.
Cerdeña, uno de los grandes productores de garnacha, acoge esta año la quinta celebración del concurso. El año pasado fue Zaragoza el lugar elegido y la primera vez que el concurso salía de Francia.
Las cifras. El Concurso está organizado por el Conseil Interprofessionnel des Vins du Roussillon (CIVR), junto con la Región de Cerdeña, a través de la agencia LAORE, y la colaboración (entre otros) de Unioncamere y de los Ayuntamientos de Cagliari, Alghero y Nuoro. Se trata de un evento que cada año adquiere mayor relevancia internacional: se confrontarán 684 muestras de vino garnacha procedentes de Francia, España, Italia, Líbano, República de Macedonia, Sudáfrica y Australia. Las bodegas italianas en competición son 122 (con un total de 204 vinos inscritos), de las cuales 104 son de Cerdeña (que suman 182 muestras).
Los vinos en concurso (tintos, blancos, rosados, de aguja y vinos dulces naturales) deben estar elaborados al menos en un 60%, de uva garnacha. Se encargará de valorarlos un jurado integrado por profesionales del vino, enólogos, periodistas especializados, bloggers y líderes de opinión. Los cien jueces, de distintas nacionalidades (alemana, estadounidense, australiana, belga, coreana, española, francesa, griega, holandesa, italiana, japonesa, libanesa, lituana y eslovena), se dividen en 20 comisiones y cada una de ellas valora alrededor de 35 vinos.
El año pasado, con una presencia nutrida de españoles en el jurado, el país más beneficiado con los premiso fue España. Independientemente de los premios, siempre es bueno tener reconocimiento internacional, lo realmente importante es saber de la existencia de un tesoro genético en nuestro país de una gran riqueza.