Coravin, la posibilidad de servir vino sin abrir la botella.

Acudimos invitados al Mostrador de Vila Viniteca en Madrid para la demostración
de una nueva herramienta tanto para sumilleres como para grandes aficionados.

Coravin es un artilugio que permite servir el vino sin retirar el corcho. Consta de una aguja perforada con la cual se atraviesa el corcho en su totalidad. Este proceso se puede llevar a cabo sin retirar las cápsulas de las botellas. Se inclina un poco la botella, como si se fuera a servir el vino, y se introduce gas argón (es un gas inerte). El volumen de gas introducido en la botella empuja el mismo volumen de vino que es servido en la copa. Una vez servido el vino se retira la aguja, el corcho dilata sellando el pinchazo, impidiendo el contacto con el aire y por tanto evitando la oxidación del vino. Solo queda una pequeña muesca en la cápsula.

El vino en la botella, al no verse alterada la cantidad de oxigeno en ella, continúa envejeciendo de forma natural, permitiendo disfrutar del vino semanas e incluso meses más tarde. En las pruebas realizadas con expertos catadores el resultado obtenido demostró que no existían diferencias apreciables entre el vino de una botella recién abierta y el de otra en la cual se había extraído vino meses antes con el sistema Coravin.

El aparato vale 299,00 euros. Viene en una suntuosa caja con dos cargas de gas argón. La presentación es impecable. Cada carga de gas permite servir unas 30 copas de 75 mililitros (con un rendimiento de unas 10 copas por botella). Como el argón ocupa el lugar del vino desalojado no es descabellado pensar que cada cápsula vale como para 3 botellas. EL precio de las cápsulas, según la página web, es de 29.95 el paquete de tres. Si sacamos 7 copas por botella la repercusión del coste del gas es menos de 50 céntimos de euro por copa.

El mantenimiento es bien sencillo. La aguja se puede desenroscar y viene con una pequeña herramienta para limpiarla por dentro, directamente con agua. El resto del aparato solo hay que ponerlo debajo del grifo. Las cargas de gas no caducan y, si esta bien cerrado el compartimento donde se instala en Coravin, su duración es ilimitada.

¿Cuáles son las ventajas reales de Coravin?.

Para el particular:

Los que estamos acostumbrados a bebernos una botella de vino en un solo día o como máximo dos días al principio nos preguntamos cuales pueden ser las aplicaciones reales de un producto como siempre. La respuesta es sencilla. Esas botellas algo más caras que tenemos en nuestras cavas y que no abrimos esperando el momento idóneo, bueno, pues con Coravin llego el momento. Un día sientes la tentación y te puedes beber una copita sin estropear el resto. Incluso si estás caprichoso puedes beber una segunda copa de otro vino de esos que nunca abres.
Si estás interesado en la evolución del vino, comprobar si los días raíces son perores para catar que los flor e incluso si la temperatura o la presión atmosférica influye en el sabor del vino (yo creo en ello) puedes servirte una copa de la misma botella en diferentes situaciones, con intervalos de semanas o meses, tomar notas y sacar tus propias conclusiones.

Regalo perfecto para un friki del vino.

Para el profesional:

permite el servicio de copas de vino de botellas muy caras evitando el deterioro del vino por el contacto con el oxígeno. Amplia la estrategia de venta del restaurante o bar. Podemos ofertar vinos de altísima gama (y precio) a clientes escogidos sabiendo que el vino sigue su correcta evolución dentro de la botella.

Otro factor importante es el espectáculo. En el mundo actual de la hostelería, cuyo protagonismo recae íntegramente en la cocina olvidando el trabajo de sala, utilizar una herramienta casi mágica, que permite extraer el vino sin abrir la botella, parece un artículo de primera necesidad para sumilleres de restaurantes de primera línea.

Supongo que harán falta algunos años más para probar de forma definitava la eficacia de Coravin y si realmente el vino se mantiene y evoluciona de forma natural en la botella. De momento, las pruebas realizadas así parecen demostrarlo y tengo la sospecha de que Coravin a venido para quedarse.

Vinos probados en el Mostrador de Vila Viniteca en Madrid:

-Kistler Sonoma Coast, California.
-Pauillac 2006 de Chateau Latour, Burdeos
-Clos de Tart 2008, Grand Cru, Borgoña.
-Roberto Voerzio, Barolo Reserva 2003, Piamonte.
Gracias David por la estupenda demostración y por invitarnos a degustar estos magníficos vinos.
TERROARISTA