Diario líquido. Visita a la D.O. Catalunya. Vins del Massis.
Lunes 7 de julio, día de la Gala de entrega de premios, por la mañana.
Por la mañana temprano (no tanto la verdad) nos dirigimos a conocer el proyecto de Benjamín Romeo en la D.O. Catalunya. La bodega se encuentra en el Penedés, en pleno macizo del Garraf. El paisaje es idílico a pesar de las condiciones atmosféricas, llueve. A pesar de la lluvia, se nos invita a visitar el viñedo. Eso siempre es un punto a favor del elaborador. Para entender un vino hay que ir a donde nace, agacharse pare ver la tierra, admirar las plantas. El vino se hace en la viña.
EL CAMPO.
Entre las magníficas plantas de xarel-lo nos explican como trabajan. Estamos en un viñedo viejo que está prácticamente reconvertido. Vienen de la Rioja, por lo tanto tratan a las viñas como se hace allí, cambiando el sistema de conducción. Dejan las viñas en vaso con tres brazos y doce pulgares, consiguiéndose un drástico descenso en los rendimientos, de 13.500 probables a 4.500-5.000 kilos por hectárea. Fomentan la existencia de una cubierta vegetal para mantener la fauna y la flora de la zona a la vez que aumentan la competencia con las viñas. El control de la cubierta vegetal se hace a mano, cortando la hierba dos veces al año, con mucho cuidado de no dañar las cepas. No se utiliza ningún tipo de herbicida ni tratamiento de síntesis. Para controlar las plagas se utiliza azufre y sulfato de cobre. El suelo es principalmente arcillo calcáreo, con mucho hierro y poco profundo.
Han realizado 5 vinificaciones. Están en un terreno desconocido, ya que en realidad no hay referencias de vinos elaborados con xarel-lo vinificados como blancos secos de guarda. De momento están muy contentos. Bajando los rendimientos ( de 6-7 kilos por cepa a 2-3) y con su sistema de conducción han conseguido una uva de Xarel-lo con 14º conservando la acidez.
Los dos vinos elaborados en la bodega son de mezcla de uva, 50% xarel-lo, 50% garnacha blanca. La garnacha la compran a un productor que posee una uva de gran calidad. Son 6 terrazas da la zona de Terra Alta. Los vinos son D.O. Catalunya por esta razón. Aunque están en el corazón del Penedés y la mitad de la uvas utilizadas en la elaboración del vino son de la zona la otra mitad proviene de fuera del Penedés, pero dentro de la D.O. Catalunya.
VINIFICACIÓN.
La intención es elaborar un vino de guarda, más oxidados que reducidos, inspirado en otro vino elaborado por ellos en la Rioja y reconocido como uno de los grandes vinos blancos de España, “Que bonito cacareaba”.
La vendimia se hace en cajas pequeñas. Solo se recogen los racimos sanos. La selección se hace en la viña, ya que no tienen mesa de selección. La vinificación se hace siguiendo el criterio de “unidad de terroir base”. Esto es, por parcelas individuales o por parcelas de las mismas características. Se despalilla y se hace una maceración pelicular en frío con muy poco sulfuroso. El objetivo es extraer la esencia de las pieles y oxidar un poco el mosto para que sea estable. El Massis, el vino básico de la bodega, permanece en contacto con las pieles entre 6 y 12 horas. Para el Macizo, el gran vino de la casa, se seleccionan las mejores parcelas con rendimientos más bajos y se mantiene el mosto en contacto con las pieles entre 12 y 24 horas.
A partir de aquí, los dos vinos se elaborarán y criarán igual.
Una vez pasado este tiempo se prensa y fermenta en pequeños depósitos de acero inoxidable. Pasan a barrica donde permanecerán entre ( buscar). Posteriormente pasa a botella. La producción es tan pequeña que tienen todo vendido. Entre el 70-80% de la producción se dedica a la exportación. Esta añada se han elaborado 15.500 botellas de Massis y 7.500 de Macizo.
La cata.
Catamos los vinos de 2012 y 2013.
Tengo la impresión que los vinos de xarel-lo de 2013 van a ser grandes vinos. Son los mejores blancos que he probado este año, por lo cual voy un poco condicionado. Estas fueron nuestras conclusiones (más o menos todos coincidimos).
Massis y Macizo 2012: El Massis estaba muy bueno, en su momento óptimo de consumo. Los dos son vinos de guarda y no es exagerado augurar una vida de no menos de 5 años para el Massis y de 10 para el Macizo, pero Massis presentaba todas las cualidades buscadas en un blanco con madera. Buena integración de la barrica, franco y agradable, siendo bastante fresco. Con el tiempo se volverá más serio, pero ahora está francamente bueno. Macizo estaba cerrado. Le dimos tiempo y le oxigenamos pero no era capaz de expresarse. Es un vino de guarda y sin duda necesita tiempo, pero estar tan inexpresivo es chocante. No es fácil, incluso para el propio elaborador, comprender los ciclos de expresión del vino. Hace un mes no estaba así y es probable que acabada esta fase empiece a hablar.
Massis y Macizo 2013.
En este caso es al contrario. Massis es un vino fresco y fácil, algo joven y con elementos por pulir que encontrara su plenitud con un poco más de botella. Macizo nos volvió a sorprender. Es un vino elegante, con la madera casi integrada y que con un poco de tiempo formara parte del vino, profundo, complejo, vivo y expresivo todo en armonía por su gran acidez. Tiene hechuras de gran vino. Es probable que la estancia en botella lo convierta en un gran vino de crianza. Joven lo es.
No comí nada mientras cataba los vinos, aunque nuestros amables anfitriones nos prepararon un delicioso almuerzo, así que pude dedicarles toda mi atención. Me gustaron mucho. Luego almorzamos todos juntos desde lo que será la sala de catas, todavía en construcción, contemplando la maravillosa vista.
Muchísimas gracias por un momento tan especial