Tipología de los Oportos II
Continuamos con el resto de los tipos de Oporto, que son:
Ruby
Es uno de los estilos más simples y baratos. Su nombre evoca a las piedras preciosas por sus colores rojos claro. Grandes volúmenes de vino son envejecidos en ‘fudres’ de 30.000 a 230.000 litros, construidos con cemento, e incluso acero inoxidable, durante un mínimo de tres años según ley. Se trata de mezcla de vinos de varias cosechas realmente jóvenes.
Tawny
De 10, 20, 30 , 40 años o más: en inglés significa leonado. Son vinos de una larga crianza en pipas (550 a 600 litros) que se elaboran con vinos procedentes de varias cosechas. La edad que marcan es un promedio que viene dado por la mezcla de diferentes barricas en donde la edad que especifica la etiqueta es la media del ‘coupage’. Normalmente en su composición intervienen unas 15 ó 20 pipas. Muchos de los elaboradores fijan como tope la edad de 20 años, porque a partir de aquí el vino de Oporto comienza a estar muy dulce, con más concentración de azúcares.
En síntesis, los oportos que deban mantener el color muy vivo tendrán su estancia en ‘fudres’ (30.000 litros) de roble viejo con mucho volumen. De este modo, evitaremos que la acción de la microoxigenación, que pasa a través de las duelas, pueda degradar el color. En cambio, los oportos en que deseemos acentuar su color amarronado (‘tawny’) envejecerán en pipas de 550 a 600 litros, así, ejerceremos un rápido aporte.
LBV (Late Bottled Vintage)
Son vinos de una sola cosecha embotellados entre cuatro y seis años antes desde la cosecha. Los LBV, inventados por la casa Taylor, salieron al mercado para facilitar la tarea al restaurador. Concebidos en el año 1970, trataban de presentar un sucedáneo del ‘vintage’, pero que en este caso no tuviera los inconvenientes del decantado, ni el excesivo tiempo de guarda. Es decir, un ‘vintage’ para beber a corto plazo y servirlo de manera rápida.
Por otro lado, existe otro tipo de LBV, sin filtrar, que naturalmente no tiene la misma finalidad que se deseaba con el concepto anterior, pues sí necesitan ser decantados. Se elaboran en buenas cosechas, aunque no declaradas, y están listos para beber entre tres y cinco años desde su comercialización.
Oportos blancos
En este tipo de oportos es donde tiene más sentido hablar de vinos en función del contenido en azúcares. Pueden variar mucho, desde muy secos hasta muy dulces, y elaborados en su mayoría con la variedad malvasía rei. Una manera de tomar el oporto blanco, por muy absurdo que parezca, es con agua tónica, hielo y una rodaja de limón a modo de trago largo.
Vintage Character
Aquí la legislación es algo imprecisa, aunque podríamos clasificarlos como una calidad superior a los dos anteriores. Se trata, pues, de una mejor selección de uvas envejecidas en roble durante un periodo de tres o cuatro años, antes de ser filtrados y embotellados. No son vinos de una sola cosecha, sino de mezcla. En cuanto al nombre, no tiene sentido utilizar la palabra ‘vintage’ porque puede confundir al consumidor y además no es un vino de una cosecha única. Su tendencia es a desaparecer en breve.
Terroarista