Magnificat

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El martes nos reunimos unas 1000 personas en la bodega de Juve&Camps en Espiells a degustar una selección de vinos propuestos por la distribuidora de vinos Primeras Marcas y los responsables de la propia bodega. El programa era muy atractivo e incluía, un showroom con las mejores bodegas y destilerías de la distribuidora, catas magistrales a cargo de los enólogos de las bodegas, sumilleres o los propios dueños y una demostración de cocktelería en vivo.

La bodega de Juve&Camps se encuntra en el Penedés, por lo cual los organizadores habían dispuesto autobuses para ir y volver. Cada hora, en dos lugares de Barcelona, pasaba el autobus y te recogía para ir a la bodega. El mismo servicio estuvo a nuestra disposición para la vuelta.

SHOWROOM.

A la entrada te daban una copa Riedel y entrabas en la sala de fermentación de la bodega. En uno de los pasillos estaban emplazadas las mesas. En cada mesa estaban los vinos de cada una de las bodegas invitadas. En la mayoría de los casos estaban los dueños o algún representante de la bodega. Muchos de los vinos pertenecen a bodegas extranjeras, lo que implica el desplazaciento de todas estas personas.

Empezamos a catar. El nivel de los vinos ofrecidos era extraordinario. Puedo decir sin temor a equivocarme que estaban representados los mejores vinos del mundo. La atención de los encargados de dar a probar los vinos y dar las explicaciones fue casi perfecta.

Burdeos, Borgoña, Champagne, Oporto, Tokaji, Sauternes y Jerez, las zonas más prestigiosas para la elaboración de vinos de calidad estaban presentes, sin olvidar otras zonas bendecidas como Ribera del Duero, Piamonte, Toscana y Priorato. El número de personas fue el exacto para conseguir un éxito de asistencia pero no resultar agobiante ni para los representantes de las bodegas ni para nosotros, los catadores.

En una breve nota decir que desayunamos con Champagne Cristal (como James Bond ), pudimos probar uno de los vinos más extraordinarios y raros del mundo, El Esencia de Tokaji, un oporto Vintage de 1994 y un whisky de añada.

CATAS MAGISTRALES

Cada dos horas más o menos había una cata excepcional. Cuando me llegó el programa rápidamente escribí para preguntar como te podías apuntar para poder asistir. Me comunicaron que debido a la gran demanda de asistencia, solo podía apuntarme a una. Tuve la suerte de poder elegir, así que elegí la cata de » Evolución de 8 Grands Crus de Borgogne «.

Ocho copas vacias nos esperaban al entrar en la sala de catas. La sala, casi totalmente acristalada, tiene unas majestuosas vistas de la monaña de Monserrat. Boris Champy, director técnico de Maison Louis Latour, fue el encargado de presentar los vinos que él mismo elabora.

Catamos cuatro tintos de Pinot Noir y cuatro blancos de Chardonnay, todos de la misma parcela, clasificada como Grand Cru, con la única diferencia de la añada.

Los vinos catados fueron: Château Corton Grancey G.Cru 2012, 2011, 2009 y 2006; y Corton-Charlemagne G.Cru 2012, 2011 y 2009.

Una cata vertical única. Tremendo.

COCKTELERÍA CREATIVA.

A lo largo de todo el día hubo presentaciones de destilados y sus aplicaciones en cocktelería. Las barras donde los conocidos bartenders mostraban sus habilidades estaba en la cafetería, por lo cual hacían aperitivos, digestivos y combinados de media tarde.

En la cafetería había siempre algo de comer, con algo de aperitivo, una comida principal y luego café con pastas. Muy bien servido y con bastante orden. Tengan en cuenta que fuimos como mil personas, y no es fácil controlar a un grupo tan numeroso, sobre todo hambriento. En la cafetería también se emplazó una barra donde simpatiquísimos camareros te servían una gran variedad de vinos para comer.

A las 8 cogimos el autobus de vuelta, pero estaban preparando cena para los que llegaron por la tarde. Empezaba en ese momento la última Cata Magistral.

No sé por dónde empezar mis felicitaciones.

El número de invitados fue el correcto. El envío de la información para apuntarse al evento, la amabilidad de los encargados de responder a nuestras preguntas y la publicidad tanto en redes sociales como de forma particular fue profesional y acertada. Enhorabuena.

La organización del día también fue impecable. Desde el mismo momento de coger el bus, la recepción por parte del personal, la comida, los camareros y las catas, todo a un nivel de eficiencia y amabilidad muy difícil de alcanzar. Hasta contrataron un día soleado. Fue un día extraordinario. Muchas gracias por invitarnos. Y gracias por enseñarnos que las cosas se pueden hacer bien. Bien de verdad.

Terroarista