Después de la publicación del post sobre la biodinámica, un seguidor de twiter, del cual esperamos un comentario cuando lea esto, nos remitió amablemente una página que le gustaba mucho y que se llama «Biodinamics is a Hoax» (la biodinámica es un engaño).
Cito del blog: «Entiendo que si usted cree en la ciencia no puede creer en la biodinámica, y el corolario a esta afirmación es, si usted cree en la biodinámica no puede creer en la ciencia. Como usted habrá adivinado por el título del blog, creo que la biodinámica es un engaño y merece para comunidad científica el mismo respeto que la brujería, el vudú y la astrología.»
Los títulos de los post siguen mas o menos esa línea y son verdaderamente divertidos:
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Posmodernismo, racionalismo y biodinámica.
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Ignorancia es dicha.
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Zapatos de caballo y granadas de mano.
Espero haberles hecho sonreír. Aunque la postura del autor de los post es bastante radical el blog es serio y defiende sus ideas de forma amena y divertida.
El problema real, y creo que fue la causa de conversación que ha dado origen a este post, es la certificación.
Para poder poner en la etiqueta que un vino es biodinámico tienes que tener la certificación Demeter. Toda la información necesaria esta en su página web, Demeter España.
Cito de la página web:
«Demeter es la única asociación ecológica que ha constituido una red Internacional de Organismos Independientes de Certificación.DEMETER INTERNACIONAL fue fundada en 1997 para facilitar la cooperación en las esferas legal, económica y espiritual. Su fundamento es el método biodinámico de agricultura, planteado originalmente por Rudolf Steiner en su «Curso de Agricultura» impartido en Koberwitz en 1924, y profundizado en la investigación y la práctica. Demeter es una marca protegida y su uso esta sujeto a un contrato de autorización de uso de la marca y a los correspondientes procesos de inspección y certificación para garantizar que se realizan las practicas de la agricultura biodinamica de acuerdo con las Normativas vigentes. El término «biodinámico» sólo puede utilizarse junto a la marca Demeter.»
«Por tanto apoya la investigación, el asesoramiento y la capacitación en los métodos agrícolas biodinámicos, ayuda a los agricultores a encontrar su mercado y a los elaboradores y mayoristas a conseguir los productos Demeter, y se ocupa de la administración y protección de la marca registrada así como la certificación de los productos Demeter y Biodyn. No solo se trabaja con las fuerzas de la tierra sino que también se toma en cuenta las fuerzas provenientes del cosmos, es decir las influencias de los ritmos solares, lunares, de las constelaciones del zodíaco y de los planetas de nuestro sistema solar. «
Varias cosas llaman la atención y dejan claras las intenciones de Demeter. Unas esotéricas, asesoramiento espiritual, el uso de las fuerzas del cosmos, etc. Por otro, unas mucho mas terrenales: ellos son los únicos con capacidad de otorgar el certificado, no puedes poner biodinámico sino te certificas con ellos y venden productos de la marca Demeter.
Estas dos posturas extremas no nos dan respuesta a lo que de verdad estamos buscando y no creo que la mayoría de nosotros nos encontremos cómodos en ninguna de las dos.
Dejando a parte la importancia que puedan tener los astros sobre la agricultura sería un error pensar que la biodinámica depende solo de la conducción de una energía esotérica. Tiene una parte activa que incide directamente sobre el viñedo.
El cultivo ecológico se caracteriza por el mínimo empleo, e incluso la erradicación, de los componentes químicos de síntesis. Hay alguna restricción mas, varia según las diferentes normativas, pero ésta es la más importante.
El uso continuado de pesticidas y otras moléculas de síntesis destruyen el ecosistema en el que viven las vides, eliminando toda la flora y los microorganismos autóctonos, entre ellos las levaduras. El suelo se muere y se vuelve improductivo. Según Nicolas Joly, el gran adalid de la biodinámica a nivel mundial, los suelos después de años de tratamiento tienen menos actividad biológica que el desierto del Sahara. La desaparición de los microorganismos impide la necesaria nutrición de las vides y por lo tanto hay que añadir fertilizantes (más moléculas de síntesis). El resultado son frutas hermosas, pero uniformes y con características organolépticas inidentificables unas de otras, independientemente del lugar de origen. La muerte de las levaduras autóctonas obliga al uso de levaduras comerciales lo cual conlleva otra pérdida de tipicidad.
El cultivo ecológico implica una recolección menor y por lo general un mayor trabajo en la viña.
La diferencia en la práctica entre el cultivo ecológico y biodinámico está en los preparados. Los preparados biodinámicos (hemos hablado de ellos en el post…) se añaden a la tierra para fertilizar de forma natural y como remedio homeopático. Hay una incidencia directa sobre el viñedo.
Realmente, para saber si estás prácticas son útiles o no de una forma aun no esclarecida por la ciencia, es preguntar a los cultivadores biodinámicos. La ciencia industrial y poderosa negará su utilidad, son los que venden los productos químicos y transgénicos.
Ya esta, aquí tenemos las dos posturas encontradas. Existiría una postura más, la más cuerda, y es probar el vino sin prejuicios y dejar que sea él el que se exprese.
Sin duda algunos se acercarán a la biodinámica para incrementar sus ventas, aunque eso conlleve más trabajo, y no por ser biodinámico un vino es mejor para la salud que otro que no lo es. No podemos afirmar que los vinos biodinámicos sean mejores organolépticamente que otros que no lo son y probablemente no exista gran diferencia con los vinos ecológicos, certificados o no.
Estoy seguro que los partidarios de una u otra postura les parecerá un poco negligente e inexacta la exposición que acabo de darles, y tienen razón, ya que solo he esbozado a grandes rasgos la idea principal. Probablemente los lectores también, después de leer todas estas explicaciones parece que falta algo. Así es, falta la respuesta a la pregunta esencial. ¿ Son mejores los vinos biodinámicos ?
No creo que se pueda afirmar que son mejores, pero sí que son diferentes. Si la diferenciación o poseer características especiales es un rasgo de calidad, se que no el único, parten con una ventaja. La conservación de la microfauna, el menor rendimiento, el uso de levaduras procedentes del propio viñedo, replantar con diferentes tipos de plantas y no un único clon igual proporcionan al vino ese rasgo diferenciador, Y existe una última razón, la primordial para mi, y es la personalidad de elaborador con viñedos propios. La biodinámica y su sistema de trabajo y respeto a la tierra refuerza la relación de afecto del hombre con la naturaleza. Esta relación de afecto unido al trabajo sobre el terreno se transmite al producto final, en este caso el vino.
Cuando Ricardo Peñalba me comento que para el año siguiente quería poner en toda la finca la agricultura biodinámica le pregunté, en broma, por el preparado de ortiga. Me dijo que lo estaba preparando en ese momento. Le expuse mi idea sobre el aumento de afecto hacia el viñedo con las prácticas biodinámicas y me dijo: «no, es mucho mas que eso. Sientes la energía y hace que todo el mundo trabaje mas unido, ayuda a fortalecer el equipo puesto que todos tienen una meta común«. Supongo que esa energía es el amor a la tierra.
Terroarista
3 Comments
Javier Mateos
Interesante discusion. Ya te decia en Twitter que en mi opinion no se puede decir que la biodinamica es un engaño, sus resultados lo confirman, muchos de los mejores vinos del mundo usan sus tecnicas.
Lo que si creo es que hay cosas de la biodinamica que funcionan y otras que son absurdas, pero todas van en el paquete… asi que el productor que sigue las reglas (sobre todo si quiere ponerle el sello oficial) tiene que aplicarlas todas. Los elementos de la biodinamica ligados al respeto por la naturaleza, reducción de los productos quimicos, potenciacion del terroir, forman parte de una tendencia global que cada vez esta mas presente en la enologia mundial, como demuestra el auge de los vinos llamados «naturales».
Tao
Hola.
Perdonad que escriba de manera apresurada, pero tengo unos días de locos trasegando barricas (yo trasiego las barricas teniendo en cuenta la mejor luna tal y como me enseñó un famoso biodinámico de este país: en luna pudiente, hazlo cuando puedas).
Y como no tengo mucho tiempo, vamos al grano. Para mi la biodinámica es un fraude. A la altura de la homeopatía y el new age.
Es verdad, tal y como dice Javier Mateos en otro comentario, que hay cosas que funcionan. Pero esas cosas que funcionan tienen una explicación científica (estudiadas en cualquier facultad de enología). Pero maquillar esas cosas que funcionan con esas teorías pseudocientíficas y filosóficas no deja de ser un fraude. La explicación es otra.
Es verdad que en biodinámica se cultiva en extensivo, pequeñas producciones, a mimo. Es de todos conocidos el efecto de mantener la flora salvaje junto con el viñedo, el efecto de los depredadores naturales de las enfermedades de la vid, lo beneficioso de eliminar la suela de labor al no utilizar un tractor, el beneficio de no utilizar pesticidas y herbicidas, etc.
Pero de ahí a volver a las formas platónicas poligonales y relacionarlo con los planetas para explicar las fuerzas que dominan los procesos naturales, pensar que el cuerno de vaca «sirve para guardar en el interior de la vaca corrientes y fuerzas que desearían escaparse pero que no pueden debido a los cuernos y pezuñas. El cuerno, por dentro, actúa como reflector. Por fuera, participa en el vínculo que tiene el animal con las fuerzas ascensionales solares. Es lo que podemos ver en la representación de la diosa Hathor que nos ofrecen los egipcios mostrando a la diosa con una cabeza de vaca y un disco solar situado entre los cuernos» y un largo etc hay un mundo.
¿O es que tanto hablar de biodinámica y catar vinos, no hemos leído sus libros?
Joly titula un capítulo de uno de sus libros «el indispensable retorno a los orígenes de la ciencia». Pues no, eso no es volver a los orígenes de la ciencia. Eso es menospreciar lo que el método científico es. Citar en una amalgama a Platón, Eurípides, Euclides, Kepler, la teología egipcia, hablar de Dionisio para dar forma a sus teorías más propias de la New Age que de la ciencia mientras se repite cada dos párrafos que «es un conocimiento que los antiguos sabían pero que nosotros hemos perdido».
Nosotros, gracias a cientos de años de análisis, observación, teorías y refutaciones, no hemos perdido conocimiento, lo hemos ganada. Por eso podemos separar el polvo de la paja y saber de todo lo que se practica en biodinámica, qué funciona y por qué. Sin necesidad de misticismo.