Mundial. La gran final de los mejores sumilleres de España.

«Do it, and bring a bottle of the Pouilly-Jouvet 26 in an ice bucket with two glasses, so we don´t have to drink the cat piss they serve in the dinning car». Gustave, el encantador y maravilloso conserje del Gran Hotel Budapest, magistralmente interpretado por Ralph Fiennes.

Recientemenete escribí sobre el éxito de los representantes burgaleses en la competición de Mejor Sumiller de Castilla y León. El trabajo bien hecho en los últimos años ha hecho de la Asociación de Sumilleres de Burgos el enemigo a batir. En los últimos cuatro años nuestros representantes han alcanzado el honor de ser los campeones. El campeonato de la comunidad es importante porque te clasifica para la gran final en Madrid, donde los clasificados del resto de España acuden con la ilusión de ser coronados como el mejor sumiller de España.

Este año era especial; no solo se iba a elegir al mejor de la profesión, sino que también se celebraba el campeonato de campeones. La ASI (Asociación Internacional de Sumilleres) organiza periodicamente el campeonato de Europa y África y el campeonato mundial. España presenta un candidato a cada campeonato, elegido entre los campeones de España de los últimos años. Para seleccionar a los representantes españoles, los campeones de los últimos años compiten entre si para dirimir quien acudirá a que campeonato. Burgos tiene un campeón, Diego Gonzalez Barbolla, clasificado directamente para esta difícil final.

El campeonato tiene lugar durante la feria Gourmet. Es muy agradable volver a ver a muchos compañeros de profesión, hablar de que tal les ha ido durante el último año, conocer a los nuevos aspirantes y sentir la presión de la competición. La tensión se palpa en el ambiente. La semifinal consiste en una prueba escrita y una cata. La prueba escrita consta de cuarenta preguntas sobre cualquiera de los temas del ámbito de trabajo de un sumiller (vino, té, café, queso, aguas minerales, etc.). En la cata te sirven un vino blanco, un vino tinto y un producto. La tarea consiste en describir los vinos y el producto y tratar de adivinar que hay en la copa. Una vez terminadas las pruebas el ambiente se relaja y empieza la diversión. Se forman los corrillos para compartir las sensaciones, comparar las respuestas, hablar de los vinos. La organización han propuesto una cata magistral de Protos, en la que recorremos algunos de sus mejores vinos, y otra de variedades minoritarias de Castilla y León. Por la noche disfrutamos de una cena de convivencia y después llega la noche con todas sus propuestas. Desde hace años los sumilleres llevamos algún tesoro de nuestra bodega, nos juntamos en una habitación y compartimos las botellas con el resto de compañeros. Es el mejor momento del campeonato.

A la mañana siguiente, con algo del peso de la noche en los ojos, nos desplazamos de nuevo a la feria para las dos grandes finales del día. La primera es para decidir el mejor de España, la segunda para elegir a los representantes para el campeonato mundial en Francia en 2023 y para el campeonato europeo en Servia en 2024. Primero dicen los clasificados con las diez mejores notas. Entre ellos hay una de nuestras representantes, María Real Millán, la flamante ganadora de la competición de la comunidad. Dicen el nombre de los tres compañeros finalistas y empiezan las pruebas. Son muy parecidas a las del campeonato regional; cata de vinos y productos, carta erronea, toma de comanda y decantación de un vino viejo. Los tres, dos de Cataluña y uno de Madrid, están bastante igualados y hay bastante emoción en el momento de la entrega de premios. La tercera clasificada es Anna Casabona, el segundo Alex Pardo y el gran campeón es Ferran Vila. Mi gran admiración y respeto a los tres por el trabajo bien hecho.

Sin embargo, todavía quedaba el plato fuerte de la competición; elegir a los representantes para los campeonatos mundial y europeo. A las tres de la tarde empieza la competición entre los tres candidatos, los ganadores de los años anteriores, Diego Gonzalez (Burgos) y Gabriel Lucas (Mallorca) y el de este año, Ferran Vila. Las pruebas son sorpresa, por lo tanto los candidatos han de estar preparados para todo.

La final empieza con dos pruebas conjuntas para los tres clasificados. Primero un examen excrito con 10 preguntas. La siguiente, con los tres en el escenario, consiste en servir una botella de tamaño magnum (1,5 litros) en 16 copas. Debe haber la misma cantidad en cada copa y no debe sobrar nada. Tiempo, cuatro minutos. Las siguientes pruebas consisten en el degüelle de una botella vieja de vino y la identificación de unos vinos, solo oliéndolo, presentados en copa negra para no ver el color.

Ferran hizo un gran campeonato, pero las emociones del día y el cansancio acumulado pasaron factura y quedó en tercera posición. Un gran papel, enhorabuena Ferran. Gabriel Lucas es encantador, elegante, profesional y super majo, somos buenos amigos. Sin embargo, en el escenario es un duro adversario. Se había preparado muy bien y rozó la perfección en alguna de las pruebas. Cuando terminó pensé que era muy probable que quedara primero. Luego salió nuestro representate, Diego Gonzalez. Llevo muchos años siendo amigo y compañero de Diego. Le he visto crecer como profesional, aceptando cada vez retos más importantes. Era el jefé de sala cuando Miguel Cobo consiguió una inesperada y merecida Estrella Michelín en Burgos, luego se mudó a Inglaterra a aprender el idioma y abrir botellas de ensueño. De vuelta se hizo cargo de un ambicioso proyecto, dirigir el equipo del restaurante Ambibium, donde consiguió otra Estrella Michelín. Diego es trabajador, es constante y tiene don de gentes. Quizá le faltaba algo de temple, el saber controlar los nervios para poder demostrar todo lo que lleva dentro. En la final nos dio otra gran lección. Controló los nervios, fue atento con el jurado y el público, realizo las pruebas a la perfección, sin olvidar ningún detalle. Creo, sin exagerar, que alcanzó la máxima calificación que el jurado podía otorgar. Brilló con una luz desconocida, propia del talento innato y de una meticulosa preparación. Entrenamiento, estudio e inteligencia, nada viene regalado.

Gabriel Lucas quedó segundo, irá a Servia representando a nuestro país. Estuvo brillante y aceptó el segundo puesto con una sonrisa y un gesto de orgullo. Eres un caballero Gabriel, te deseo lo mejor. Nos vemos pronto.

Diego, una vez más, subió a lo más alto del podio. En febrero irá a Paris, al mundial, el más alto honor que un profesional puede tener en su carrera. La noche del jueves fuimos a celebrar, bebimos y disfrutamos de su victoria. Al día siguiente, Diego ya estaba llamando por telefono a todo aquel que pueda ayudarle en su siguiente reto, intentar ser el español mejor clasificado en la historia de los mundiales. Sigue el trabajo y el estudio. No es un final feliz, es un continuará. Nuestro Diego, el Dieguito de Cobarrubias, es Mundial.

TERROARISTA.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *