Le Salon des Vins de Loire, un ejemplo de como hacer las cosas bien.

 

El Salón de los Vinos del Loire es la visita ineludible para comprender y aprender sobre los vinos producidos en esta gran región. Su importancia, el elevado interés generado y la calidad de sus propuestas no solo le convierten en una de las ferias de vinos más esperadas y visitadas sino que ha transformado la ciudad y su forma de relacionarse con el mundo del vino.

 

El Salón tiene lugar en Angers, una pequeña y preciosa ciudad a orillas del río Maine. Solo por caminar por sus viejas calles y visitar el castillo y el monumental ciclo de tapices conocidos como “Apocalipsis” escondido en su interior merecería la pena una visita. Pero aún hay más. A la sombra del gran Salón y de su poder de atracción se organizan otros salones con enorme interés.

Uno de los focos más audaces y renovadores en la forma de elaboración de vino está precisamente aquí, en el Loira. Agrupaciones de vignerons (palabra francesa de difícil traducción que significa viticultor y elaborador) interesados en la producción de vinos lejos del concepto de vinos industriales, capaces de expresar el origen de donde provienen y la filosofía del elaborador, unen fuerzas para dar a conocer sus productos y ganar relevancia nacional e internacional. El éxito ha sido tan rotundo que no creo una exageración afirmar que todo aquel implicado en el mundo del vino pasa por aquí.

Una prueba más de como los franceses aman el vino y de como aprovechan cualquier situación para transformarla en un escaparate para poner en contacto al público con esta parte líquida de su cultura es que la ciudad organiza una semana cargada de actividades para sus habitantes. Catas guiadas por los propios viticultores, comidas y cenas maridadas, visitas a la ciudad haciendo escala en los bares de vinos, galas en las que se mezcla poesía, música y vino y muchas más. Da mucha envidia ver como las autoridades de la ciudad intenten incluir a la ciudadania y no dejarles al margen de estos eventos a la vez que crean un vinculo emocional entre el público y los elaboradores de un producto tan singular y pegado a su forma de entender el placer.

 

Una agenda sugestiva:

 

Semana de vinos del Loire. Del 29 de enero al 6 de febrero la ciudad rebosa de actividades y degustaciones organizadas para los habitantes y los visitantes.

 

Www.angers.fr

 

La Dive Bouteille, 31 de enero y 1 febrero.

 

Se dice que es el más grande salón de vinos naturales…

Se dice que la gente que acude es un poco loca-loca y el ambiente bastante olé-olé…

Todo esto no es falso-falso…

De esta forma se presenta en su página web este sugerente salón de vinos naturales. Hay que desplazarse hasta Saumur, a las bodegas Ackerman para encontrarse con los vignerons. Ambiente encantador, con algo de comer, ostras y bocadillos, y vinos de una calidad y singularidad arrebatadoras. Imprescindible.

La organización pone micro-autobuses de 9 plazas a distintas horas para ir y volver.

 

http://www.dive-bouteille.fr

 

Les Pénitentes, 30 y 31 de enero. L´Hôtel des Pénitentes 23 Boulevard Descazeaux. Horario de 10 a 18 horas.

 

En el impresionante Hôtel des Pénitentes se reúnen una treintena de viticultores al límite. El ambiente es bastante desinhibido, el contacto con el elaborador es directo y al final todo el mundo ha bebido un poco de más. Las botellas son abiertas con alegría y las copas están llenas. Muy divertido.

 

http://www.vinsnaturels.fr/004_salons/004_salon-des-vins-naturels-2016_Les-Pénitentes-620.html

 

Les Anonymes, 31 de enero, Salons Curnonsky, 6 Rue du Parvis Saint-Maurice.

Horario. De 10 a 19.

 

Interesante muestra de vinos de manos de los elaboradores. Esta año a crecido y para no saturar el espacio con más mesas hay un bar donde se pueden degustar los vinos de los nuevos invitados. La mayor parte son viticultores de la zona del Loira y de otras denominaciones francesas con algún vino italiano.

Muy curioso.

 

http://vinsanonymes.canalblog.com

 

Salon St. Jean, 30 y 31 de enero. Granier Saint Jean, Place du Tertre Saint-Laurent. Horario 10 a 19 horas.

 

Quizá el más famoso y con más capacidad de atracción de todos los salones de vinos naturales organizados en Angers. Organizado por la asociación Renaissance des Appellations reúne en la misma sala a 142 elaboradores de vinos en biodinámica de toda Europa (lamentablemente no hay ningún elaborador español) gracias al carisma del líder Nicolas Joly.

 

Todos los vinos están certificados Bio y la mayor parte utilizan las técnicas biodinámicas. Los vinos presentados en el salón han diso preseleccionados por su calidad. No hay distribuidores, solo elaboradores.

Cada bodega cuenta con un trozo de mesa con un mantel blanco y dos sillas. Todos igual.

La entrada cuesta 10 euros con invitación (todos tenemos una; se solicita directamente a un bodeguero) o 20 euros sin invitación. Todo lo recaudado se destina íntegramente a proyectos solidarios en Madagastar. En 2015 plantaron 100 hectáreas de bosque y 10 de plantas productoras de aceites esenciales.

 

Bueno, están la mayoría de los elaboradores famosos y otros que sin duda lo serán. Todos los amantes del vino deberían venir un año. Imprescindible.

 

http://renaissance-des-appellations.com/

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Salón de vinos del Loira. 1,2 y 3 de febrero. Parque de exposiciones de Angers.

 

Impresionante salón donde se pueden degustar todos los vinos producidos en esta gran zona de producción. A lo largo de tres días hay clases magistrales, talleres y conferencias alrededor de las variedades autóctonas de la zona. Grandes espacios de libre degustación donde puedes catar con tranquilidad más de 400 vinos de todas las denominaciones. Cada año una denominación alquila una sala y ofrece al público una visión global del trabajo elaborador.

Esta año incluye una sección de sidra y de cervezas artesanales locales. Además en el interior, debido al auge de los vinos naturales en la zona, Demeter, la empresa encargada de conceder los certificados de cultivo y elalboración en biodinámica, organiza un salón con más de 40 bodegas, unas pocas de fuera de Francia,

La organización, el trato recibido, la profesionalidad y la amabilidad de todos los trabajadores, elaboradores, conferenciantes, azafatas, etc. rozan claramente la perfección.

 

http://www.salondesvinsdeloire.com

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Un último comentario.

Es cierto que algunos días, después de catar tantos vinos, llegas a pensar; “no vuelvo a beber un vino en meses”. Hay que estar preparado y ser un poco friki para estar durante una semana catando vinos durante horas. Pero de vuelta a casa, con la resaca (no solo metafórica) de todo lo vivido (y bebido) en el cuerpo te embarga una sensación de profunda admiración. No solo ha sido divertido, no solo hemos catado vinos excepcionales y hemos conocido gente de excepción, no solo hemos aprendido en un ambiente volcado en una misma pasión, sino que también hemos asistido a una forma de vender vino y de hacerlo formar parte de la vida cotidiana y de la cultura muy lejana a la forma de ver e interpretar el vino en España. Los franceses venden su vino porque han sabido incluirlo en la vida cotidiana como una parte importante de su cultura. Es parte del saber vivir. El Loira es grande y pasa por muchas ciudades, pero los elaboradores y productores no dudan en reunirse en Angers para promocionar entre todos sus productos. La ciudad se transforma y crea el ambiente necesario para el desarrollo de multitud de actividades capaces de atraer un gran número de visitantes. Los elaboradores más excéntricos encuentran facilidades para organizar ofertas interesantes y dar a la ciudad ferias de vinos de interés internacional. Y todo lo hacen de forma profesional, mezclando amabilidad, conciencia empresarial y confianza en su trabajo y en el trabajo de sus vecinos.

 

Si alguien les pregunte si existe una posibilidad de revertir la tendencia actual y conseguir un aumento del consumo de vino en España la respuesta es clara. Sí.

 

Coja un gran río a lo largo del cual se cultiven viñas y tenga varias denominaciones conocidas, por ejemplo el Duero. Elija una ciudad pequeña pero atractiva, preparada para recibir turismo y cerca de una D.O. de mucho prestigio, por ejemplo Burgos. Organice un salón de vinos invitando a todas las zonas productoras a lo largo del río, incluidas las portugueses. Consiga la ayuda de las autoridades municipales, ponga de acuerdo a todos los elaboradores, incluya a los ciudadanos, de facilidades a la prensa, consiga publicidad en los medios nacionales y en las redes sociales, trabaje duro durante años y espere con paciencia el resultado. Si se hacen las cosas bien pueden salir bien o mal, existen factores difícilmente ponderable, pero si se hace mal salen mal seguro.

 

TERROARISTA