Nuestra visita a Enofusión 2012 y similitude​s con 2013

Acudimos por primera vez el año pasado a Enofusión. Los organizadores presentan tres áreas de trabajo (y placer):

Expobodegas:

Una decena larga de bodegas exponen sus productos y los ofrecen a los visitantes. La cercanía del trato favorece, al público profesional, información sobre la bodega, un conocimiento exacto de la forma de trabajo tanto en la viña como en la elaboración y la posibilidad de satisfacer todas las dudas sobre los productos expuestos. El año pasado nos gustó de forma especial la profesionalidad y paciencia de los productores del Champagne Lallier,  y los vinos de Oro Wines.

Una de las quejas que solemos tener los que acudimos mucho a este tipo de presentaciones es, lo poco amables que suelen ser los comerciales de las bodegas que están en los stands, en comparación a cuando son los propios viticultores o propietarios los que presentan sus vinos. Es una práctica que redunda negativamente en el trabajo de los que realmente hacen el vino y dan una malísima impresión de la bodega. Comentar que todas las entrevistas que tuvimos el año pasado fueron profesionales , instructivas y muy agradables.

Enobar:

Es una zona de exposición permanente de los vinos. A la entrada te ofrecen una copa y puedes ir probando todos. La cantidad de vinos expuestos rondará la centena y la selección, por lo menos la del año pasado, es extraordinaria. Vinos de alta gama de muchas denominaciones de origen diferentes.

Tómese su tiempo. Deberá efectuar varias visitas. El orden sería empezar por los blancos y espumosos e ir acabando por los tintos más complejos. El orden en el que están dispuestos los vinos favorece este criterio. No me parece exagerado afirmar que para catar todos los vinos bien y  poder sacar conclusiones se necesita , al menos, un día.

Centro del Vino:

Área donde se desarrollan eventos, catas , presentaciones de vinos por las propias bodegas, etc. Sin lugar a dudas lo más interesante e instructivo. Las ponencias desarrolladas el año pasado fueron, en general y salvo contadas excepciones, de un altísimo nivel.

En este blog ya hemos hablado de alguna. Sorprendente y única fue la cata de oportos de Dirk Niepoort. El enólogo de la bodega nos llevá a un territorio mágico imposible de relatar. La presencia de Nicolas Joly y Danièlle Rolland (hija del archiconocido enólogo Michel Rolland) dieron  glamour internacional y la relevancia de tener a dos de las más grandes y mediáticas figuras del vino de la actualidad. Grandes enólogos como Manuel Lauzada y la impresionante cata vertical de Numanthia y Termanthia con la que nos cautivó. Freixenet nos sorprendió con una cata de sus mejores cavas, las «cuvees prestige», maridadas con tapas de diseño. Este esfuerzo merece un especial agradecimiento puesto que nos educó en las tremendas posibilidades de los espumosos para acompañar un gran número de comidas.

Fueron tres días intensos, de mucho más placer que trabajo, instructivos y muy bien organizados. La mayoría de las actividades presentaba una buena entrada pero sin sentir agobio, las instalaciones eran las adecuadas, los profesionales encargados de abrir y servir el vino eran eso, profesionales, y la sensación era de comodidad y eficiencia.

Haciendo balance del año recién terminado, después de haber hecho muchos kilómetros para visitar cualquier tipo de evento que nos parezca interesante relacionado con el vino, me permito afirmar que la visita a Enofusión fue la actividad más interesante, instructiva y por encima de todo placentera de todas a las que tuve la suerte de asistir.

Dejo para el siguiente post las actividades que nos ofrecen este año.

Terroarista