La copa

Es imprescindible tener buenas copas para disfrutar del vino. Si no tiene regaleselas y no dude que siempre es un buen regalo para hacer a alguien que le guste el vino o se esté iniciando.

La copa de vino ideal es una copa más ancha por abajo que por la boca (con forma de tulipán) de tamaño grande (unos 300 cc) de pie fino de cristal fino y claro. Cualquier copa que cumpla estos requisitos o similares servirá. Hay copas baratas (incluso en los chinos) que valen perfectamente. Pero las mejores copa con mucha diferencia son las de la marca Riedel. Riedel tiene un completo  (y super especializado) catálogo de copas para los diferentes vinos. Es tan complejo que la mayoría de nosotros no sabemos para que sirve cada copa. Un modelo sencillo, por ejemplo de la colección overture, la red wine, nos valdría para todos los vinos y las ocasiones. Si no encuentra este modelo, dejese asesorar por el dependiente de la tienda especializada, pero no pague más de 10 euros por copa.

Un problema que tienen las copas de casi todos los restaurentes es el olor a jabón. En casa el problema se puede evitar lavando las copas buenas a mano y secándolas con un trapo de hilo. En un restaurante mi consejo es echar un poco de vino en la copa y envinar la copa. Llamamos envinar a echar un poquito de vino en la copa y deslizarlo suavemente por las paredes de la copa. La preparamos para recibir el vino, quitando los malos olores. Lo mejor sería tirarlo, pero como no lo va a hacer bebáselo, no le va a matar.

Llene la copa a un tercio de capacidad y espere un poco, de tiempo a que las moléculas aromáticas se volatilicen. Quedarán almacenadas en la parte más ancha de la copa y usted podrá evaluarlos mejor:calidad, familia, etc…. básicamente si son buenos o malos, y si son buenos, si son de calidad.

Terroarista